La Canonja da un paso más para su segregación de Tarragona
El histórico municipio gestionará los impuestos de la industria petroquímica
La Canonja, un histórico municipio hoy dependiente de Tarragona, está a un paso de recuperar la independencia que perdió en 1965. Tras un largo proceso negociador, el Ayuntamiento de Tarragona y la Entidad Municipal Descentralizada (EMD) de La Canonja acordaron ayer el traspaso paulatino de los impuestos correspondientes a la industria petroquímica al futuro nuevo municipio. El 80% de esta industria está ubicado dentro de los límites de La Canonja, un pueblo que en las pasadas elecciones tenía 3.600 votantes.
También en La Canonja está el tarraconense barrio de Bonavista, con más de 10.000 habitantes, cuya continuidad en Tarragona o su traspaso aún sigue en el aire.
La Canonja perdió su independencia con la implantación de la industria petroquímica en Tarragona. "Las autoridades de la época presionaron a La Canonja para ingresar en Tarragona", dice el alcalde Roc Muñoz (PSC). Este pueblo histórico -hay constancia de su independencia desde el siglo XIII- perdió su autonomía para mayor gloria de las arcas municipales de Tarragona, una ciudad en expansión durante los años sesenta en la que florecieron barrios periféricos a causa de la industrialización. Los impuestos que pagan anualmente las empresas químicas que están en el territorio de La Canonja ascienden a 5,7 millones de euros. Si el Ejecutivo catalán aprueba la segregación, por ejemplo, en 2008, La Canonja ingresará el 40% de esa cantidad. Paulatinamente irá aumentado su participación hasta que pasados 15 años, en 2023, obtendrá la totalidad. De este modo, el presupuesto municipal de Tarragona no se verá tan afectado. "Acordar el proceso con Tarragona es fundamental", dice Muñoz, quien, además de alcalde de la EMD, es también el portavoz de una plataforma vecinal que nació en 1997 para resolver la dependencia de La Canonja con respecto a Tarragona.
Pese a haber logrado este acuerdo económico, aún queda por resolver la territorialidad del futuro municipio. Desde que en 1982 La Canonja se constituyó en Entidad Local Menor -figura jurídica que antecedió a la EMD-, sus límites territoriales ocupan 330 hectáreas, menos de la mitad de las 700 que tenía en 1965.
Precisamente la territorialidad es una de las claves de este proceso de segregación debido a la existencia de Bonavista, un barrio nacido en los años sesenta. Aquí, el PSC obtuvo en las municipales de 2003 el triple de votos que CiU, que gobierna en Tarragona. La Canonja es un histórico bastión del PSC, que vería seriamente disminuida su clientela en caso de que Bonavista formase parte del futuro municipio. Varias fuentes señalan que, pese a que no pocos vecinos de Bonavista preferirían integrarse en La Canonja, Tarragona no cederá este barrio.
Tarragona otorgó a la EMD de La Canonja en 2003 todas las competencias posibles que prevé la ley catalana. Este pueblo pudo entonces disponer de policía local propia y de una normativa de urbanismo plena, además de contar con un consistorio de 11 ediles en lugar de los 5 que tenía desde 1982. Ahora, Tarragona y La Canonja deben elaborar una memoria sobre le segregación que incluirá las razones históricas, las económicas y las sociales y lo presentará al Departamento de Gobernación. Su titular y quien debe resolver el expediente antes de entregarlo al Ejecutivo catalán, el tarraconense Xavier Sabaté, oficiará hoy el pregón de la fiesta mayor de La Canonja. Al margen de las decisiones políticas y los acuerdos con Tarragona, La Canonja deberá resolver un aspecto de la normativa catalana que hoy por hoy le impediría la plena municipalidad: no está separado del siguiente municipio por más de tres kilómetros de suelo no urbanizable. El ex primer consejero Josep Bargalló (ERC) ya se ha mostrado favorable a impulsar un cambio de la ley.
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