Líbano rechaza por insuficiente el plan de alto el fuego de EE UU y Francia

Los libaneses se sienten engañados con el proyecto de resolución pactado por EE UU y Francia que el Consejo de Seguridad de la ONU va a someter a votación. El Gobierno libanés lo ha rechazado porque no toma las medidas necesarias para poner fin al conflicto, que hoy entra en su 26º día. El presidente del Parlamento, Nabih Berri, justificó esa decisión porque se permite que las tropas israelíes permanezcan en territorio libanés. Irán y Siria también denunciaron el texto. Entretanto, los 15 miembros del Consejo se mantenían ayer a la espera de la respuesta de sus Gobiernos al proyecto de resolución.

"Todo Líbano rechaza cualquier borrador que no incluya el plan de siete puntos del Gobierno", declaró ayer Berri a los periodistas. Ese plan, presentado por el primer ministro, Fuad Siniora, y respaldado por todo su Gabinete, pide el alto el fuego inmediato, la retirada de las tropas israelíes del sur de Líbano, la jurisdicción internacional provisional para las granjas de Chebaa y el intercambio de los dos soldados israelíes que capturó Hezbolá por los tres libaneses que Israel tiene en sus cárceles. Además, se pide que la ONU refuerce su misión interina (FINUL) y que el Ejército libanés asuma el control paulatino de sus posiciones.

Para los libaneses, el proyecto de resolución franco-estadounidense es desequilibrado porque no exige que Israel se retire de inmediato a su lado de la frontera. Pide a Hezbolá que pare "todas sus operaciones militares", mientras que a Israel sólo le reclama el fin de sus "acciones ofensivas" contra Líbano. Además, exige la "liberación incondicional" de los dos soldados, pero sólo anima a que se solucione el problema de los prisioneros. "Siempre hemos hablado de un alto el fuego inmediato. Nunca de simplemente poner fin a las operaciones militares porque es una forma de legitimar la ocupación", declaró Berri, que ha actuado de intermediario con Hezbolá desde el principio del conflicto. Sin embargo, el ministro libanés de Comunicaciones, Marwan Hamade, precisó anoche que el Gobierno no rechaza en su totalidad el proyecto de resolución y que ha presentado "contra-propuestas" con "dos enmiendas principales": que la retirada de los israelíes y el despliegue de la fuerza multinacional sea simultáneo, y que el cese de las hostilidades sea simultáneo y se extienda a las granjas de Chebaa.

Entretanto, los 15 miembros del Consejo de Seguridad se mantenían ayer a la espera de la respuesta de sus respectivas capitales al contenido del borrador de resolución franco-estadounidense, con el objetivo de poder adoptarla hoy o mañana martes, a pesar de la reacción negativa de Beirut y Hezbolá. Pero en Nueva York son conscientes de que cualquier paso que se dé a partir de ahora desde la ONU debe contar con el apoyo de los dos países en conflicto y de la milicia chií.

Por eso, el embajador francés ante la ONU, Jean-Marc de la Sablière, explicó ayer que tras la adopción de la resolución se lanzará una intensa campaña diplomática con los países en conflicto, para animarles a que acepten el texto. Los países miembros están de acuerdo en que no debe volverse a la situación de statu quo previa al conflicto. La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, dijo ayer desde Crawford (Tejas), tras reunirse con el presidente George Bush, que esta resolución es un primer paso hacia el fin de las hostilidades a gran escala, si bien no cree que una crisis que lleva abierta tantos años vaya a resolverse con un texto.