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Expulsado de la Guardia Civil un cabo de Tráfico por denunciar en falso al jefe de su esposa

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha confirmado la decisión del Ministro del Interior de expulsar de la Guardia Civil a un agente de Tráfico que se inventó una denuncia contra el jefe de su esposa, en represalia porque ésta había sido advertida de que iba a ser despedida del comercio donde trabajaba.

El expulsado es el cabo Fernando Rodríguez Criado, destinado en el destacamento de Madridejos, del Subsector de Tráfico de Toledo, quien, según la sentencia, el 28 de abril de 2003 acudió al supermercado de Mercadona de dicha localidad con el fin de entrevistarse con el coordinador del establecimiento, Félix H. J., para convencerle de que no despidiera a su esposa, que había sido apercibida por su falta de compromiso profesional.

Durante el encuentro, el cabo trató de convencer al jefe de su mujer para que ésta continuara trabajando, pero se fue alterando a medida que avanzaba la entrevista y acabó dirigiéndole expresiones en términos amenazantes, aludiendo al poder que le confería su condición de Guardia Civil de Tráfico para "perseguirle todos los días y hacerle la vida imposible si despedía a su cónyuge". Varios empleados observaron la presencia del cabo en el establecimiento y su alteración de ánimo al abandonarlo.

El coordinador amenazado telefoneó al de zona, el cual se personó en el establecimiento y mantuvo una reunión con Félix H. J. y la esposa del agente de Tráfico desde las 14.45 hasta las 16.00. Durante ese tiempo, nadie hizo uso del coche de Félix H. J., estacionado en las proximidades del centro comercial.

Conducción temeraria

Ese mismo día, a las 15,30, el cabo Rodríguez Criado formuló un boletín de denuncia contra el vehículo propiedad de Félix H. J., por "conducir de modo temerario" y "adelantar continuadamente con grave peligro para los usuarios de la vía al tener que apartarse del arcén para intentar evitar colisión frontal", que llevaba aparejada una multa de 450 euros y suspensión del permiso de conducir por un mes. El guardia civil acudió al día siguiente otra vez al centro de forma amenazante, ante lo cual la dirección decidió el traslado de Félix H. J. a Campo de Criptana (Ciudad Real).

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Sin embargo, el hecho de que ante una infracción como la denunciada el cabo no persiguiera al vehículo ni comunicase por radio una conducción temeraria para que otros agentes pudieran detener al turismo, unido a que el guardia civil auxiliar de pareja no observó infracción alguna, hicieron sospechar de la falsedad de la denuncia.

La Sala de lo Militar del Supremo ha confirmado la expulsión del cabo de la Guardia Civil ante el episodio "extremadamente grave" causado por su conducta, el daño al servicio y "los perjuicios causados a un ciudadano mediante el uso de la autoridad como medio de presión para satisfacer sus intereses personales".

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