La Junta aprobará tras el verano el decreto de autónomos, que eleva las ayudas al autoempleo

A medio camino entre los trabajadores y los empresarios, los autónomos son uno de los colectivos más dinámicos en la creación de empleo. Su peculiar encaje en la Seguridad Social facilita su desarrollo pero también les deja fuera de medidas públicas de las que disfrutan asalariados o sociedades mercantiles. El decreto con el que la Consejería de Empleo quiere compensar esas carencias tiene ya todos los beneplácitos administrativos. La norma, que incrementa las ayudas al autoempleo, será una de las primeras en ser aprobadas por el Consejo de Gobierno de la Junta tras las vacaciones.

Los dos últimos acuerdos de concertación social suscritos por la Junta, los sindicatos y la patronal ya incluían medidas de apoyo económico al autoempleo (parados que se daban de alta como autónomos para desarrollar alguna actividad económica) y a la contratación que hicieran los autónomos de otros trabajadores. Esta legislatura, la Consejería de Empleo decidió afrontar la elaboración de un decreto específico que concentrara y ampliara esas ayudas, al tiempo que incluyera nuevas medidas en ámbitos de protección social hasta ahora ajenos a los autónomos.

La norma dedica buena parte de su articulado a las medidas de apoyo económico. La ayuda más cuantiosa es el "ticket del autónomo", hasta 9.000 euros a fondo perdido para los parados que se den de alta como trabajadores autónomos. Los beneficiarios de esta medida serán mujeres, jóvenes y colectivos con dificultades para encontrar empleo: víctimas de violencia machista, discapacitados, ex reclusos, drogodependientes rehabilitados o inmigrantes. Y tendrán que mantener su condición de trabajador autónomo durante, al menos, un año.

Los desempleados que se constituyan como autónomos también tendrán acceso a financiación flexible (microcréditos sin aval o tipos de interés bonificados) para poner en marcha sus proyectos. Además, podrán contar con una ayuda de hasta 6.000 euros para compensar el coste de contratar servicios de asesoramiento y gestión durante la fase de arranque de su actividad (los primeros 18 meses). El decreto normaliza la inclusión de los autónomos en el Servicio Andaluz de Empleo, que orientará y supervisará el inicio de la actividad. Y prevé también ayudas a entidades sin ánimo de lucro que presenten proyectos de apoyo a los autónomos (entre el 80% o el 100% del coste). O a los entes locales que afloren "nuevos yacimientos de empleo", dando a conocer oportunidades de trabajo autónomo.

En cuanto a los autónomos ya consolidados, se eleva a 5.000 euros la ayuda a la contratación indefinida (o a la conversión de temporales en indefinidos), con un máximo de cinco trabajadores por autónomo. Y se admite, por primera vez, que esos contratados puedan ser familiares del autónomo, una exigencia tradicional del sector. También habrá financiación flexible para la ampliación de negocio y "ayudas por una sola vez" para "reestructurar" negocios maduros (entre tres y cinco años de actividad).

"El decreto andaluz está entre los más completos de España, sólo Madrid y Castilla y León tienen normas similares. Y en algunas cosas, es totalmente pionero", asegura Lorenzo Amor, que simultanea la presidencia de las federaciones andaluza y nacional de asociaciones de trabajadores autónomos (ATA). Ésta y las otras dos organizaciones más representativas del colectivo (UPTA y CEAT) participaron en la Mesa del Autónomo que convocó en abril el consejero de Empleo, Antonio Fernández, para analizar el borrador de esta norma.

Tres meses de retraso

El máximo responsable de ATA da por bueno el retraso sobre el plazo previsto (junio) en aquella reunión para la puesta en marcha del decreto. "La Consejería nos ha asegurado que se aprobará en septiembre, en un momento muy importante para nosotros". Amor hace referencia al proyecto estatal de Estatuto del Trabajador Autónomo, que el Gobierno tiene previsto enviar al Congreso de los Diputados por esas fechas.

En cuanto a las medidas "pioneras" de la norma andaluza, el presidente de ATA destaca la que compensa la falta de protección a las mujeres autónomas por bajas de maternidad. Como ya anunció Fernández hace unos meses, la Junta subvencionará, con un máximo de 3.000 euros la contratación de un sustituto o sustituta durante el periodo de cuatro meses que dure la baja. Además, la Junta cofinanciará proyectos de entidades sin ánimo de lucro sobre conciliación de la vida familiar y laboral. Y también apoyará económicamente la creación de redes de mujeres autónomas.

El decreto de Empleo incorpora otras medidas de apoyo público de las que, hasta ahora, los autónomos apenas se habían beneficiado. Un ejemplo claro es el diseño de "un programa de fomento de la cultura preventiva" -la Administración suele excluir a los autónomos de sus estadísticas de siniestralidad laboral-, por el que se incluye a los autónomos en los incentivos, actividades de sensibilización o las iniciativas de asistencia técnica desarrolladas en otros colectivos para evitar accidentes en el trabajo. O un programa de formación continua específico para los autónomos.

El presidente de ATA valora las medidas recogidas en el decreto, aunque con cautela: "Están condicionadas al presupuesto que haya, que forzosamente tendrá que aumentar". Este año, la Consejería de Empleo reservó 36 millones de euros a las ayudas para iniciar la actividad o para hacer primeras contrataciones que estaban en marcha antes de este decreto.