"Era la vida de mi niño o la del padre"
Vecinos, amigos y familiares se movilizan en apoyo del chico cordobés de 18 años que mató a su progenitor
"Si no hubiera pasado esto, la que estaría enterrada sería yo". Antonia García, vecina de Puente Genil (Córdoba), habla de combinaciones, de las cosas que podrían haber ocurrido.
Pero que su hijo Francisco Javier, de 18 años, esté en la cárcel no es una variable. Antonia pudo ver a su "niño" ayer por primera vez desde que fue encerrado hace una semana en la prisión de Córdoba. El chico está acusado de haber cometido parricidio.
El 28 de julio, a eso de las cuatro de la tarde, Francisco Javier, presuntamente, asesinó
con un cuchillo a su padre, de 44 años. El chaval fue detenido sin oponer resistencia. "He matado a mi padre, ya se acabaron los problemas", comentó el chico a los agentes que acudieron a la calle Cuesta del Molino, según indicó el jefe de la Policía Local de Puente Genil. El cadáver de su progenitor yacía en mitad de la calzada.
"El padre cogió a los niños y los llevó por todo el pueblo en busca de la madre"
"La madre estaba amenazada, tuvo que escapar de madrugada de casa"
Desde un principio, tanto los investigadores policiales como los vecinos del municipio cordobés aseguraron que el "ambiente de violencia" que se respiraba en la casa familiar por culpa del padre, Francisco Calzado, había sido "determinante" para desencadenar el parricidio.
"La mujer estaba amenazada", afirma Domingo Ruiz, el alcalde pedáneo de Ribera Baja, la aldea de Puente Genil en el que vivía la familia. "Ocho días antes del asesinato, ella tuvo que escapar de madrugada de la casa". Desde entonces, explica Ruiz, estaba "en paradero desconocido". "Buscaba el dinero necesario para llevarse a sus hijos: Francisco y su hermano de nueve años", sostiene el alcalde pedáneo. Sin embargo, la mujer no denunció al presunto maltratador. "No lo hizo por miedo, estaba amenazada", insiste Ruiz.
Los amigos, familiares y vecinos del joven Francisco se han empezado a movilizar. Han creado una plataforma, están recogiendo firmas de apoyo al chico y piden que todo el que pueda ayude económicamente a la familia para costear el juicio a través de una cuenta bancaria que han abierto en La Caixa. Además, el viernes pasado más de 3.000 vecinos, según los responsables de la Plataforma Amigos de Francis, se concentraron en apoyo del chico. Era la segunda concentración a favor de Francisco.
"Hemos recogido ya más de 2.500 firmas, nos han dicho que podrán servir en el juicio que esperamos que se celebre pronto", indicó ayer Carmen Aznar, una de las vecinas que forma parte de la plataforma y que fue profesora de Francisco hace unos años.
"Mi niño llegó a ese punto [el de asesinar a su padre] porque era su vida o la del otro", afirmó ayer la madre. "Es un niño pacífico, era de lo mejor y todo el mundo que le conoce lo sabe", afirma Antonia, quien cuenta que la madre y las hermanas del asesinado también les están prestando su apoyo. "Mi niño es muy pacífico", repetía ayer mientras preparaba la maleta que le iba a llevar a su hijo a la prisión: ropa y libros para recuperar las tres asignaturas de Segundo de ESO que le han quedado.
El relato que hacen los familiares y vecinos del pueblo de aquel 28 de julio coincide en que el marido estaba buscando "desesperadamente" a su mujer, después de que ella decidiera marcharse del domicilio por las amenazas. "El padre cogió a los dos niños, los montó en el coche y los llevó por todo el pueblo en busca de la madre", sostiene Ruiz. En un momento dado, Francisco y su progenitor se enzarzaron. El chico acabó matando presuntamente al padre con un cuchillo que, según Ruiz, la víctima llevaba en la guantera del automóvil.
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