La 'resistencia civil' acampa en México
López Obrador dirige desde el centro de la capital la batalla por el recuento de votos
Los campamentos de la "resistencia civil" plantados por seguidores del candidato a las elecciones presidenciales Andrés Manuel López Obrador el pasado domingo en el centro de la capital mexicana fueron azotados por una violenta tormenta de verano, con intensas ráfagas de granizo. Pero el mal tiempo no enfrío los ánimos de las huestes de la izquierda, que bloquearon durante horas las instalaciones de la Bolsa Mexicana de Valores.
En medio de una tormenta política de repulsa al bloqueo del céntrico paseo de la Reforma, que ha desquiciado la vida de los capitalinos, López Obrador dijo la noche del miércoles a sus seguidores, antes de que se desplomara un temporal de agua y granizo sobre ellos: "Sostenemos que vale la pena que haya democracia, a pesar de estas molestias. Sería terrible, sería realmente dañino, perjudicial para nuestro país, que se implantara una democracia simulada, una democracia de mentiras".
Bajo esa consigna y al grito de "Voto por voto, casilla por casilla", dos centenares de militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) rodearon la entrada del mercado bursátil. Los máximos dirigentes del partido se plantaron por sorpresa en la Bolsa, a pesar de que López Obrador y otros dirigentes han dicho que el movimiento de resistencia civil debe ser "pacífico y no provocador". Al final, arriaron banderas.
López Obrador ha convocado a sus seguidores a acampar en la Ciudad de México para lograr que el Tribunal Federal Electoral ordene un nuevo recuento de los sufragios emitidos por los mexicanos en las presidenciales del pasado 2 de julio, que dieron la victoria por un 0,58% de los votos al conservador Felipe Calderón. Las elecciones fueron supervisadas por observadores nacionales y extranjeros.
Un mes después de las elecciones, los acampados desdeñan las quejas de los habitantes de la ciudad, los llamamientos a que termine su acción de protesta y las críticas del oficialista Partido Acción Nacional (PAN), que considera que López Obrador y sus seguidores tienen secuestrada la ciudad.Por otro lado, más de un centenar de prominentes intelectuales de diferentes tendencias políticas hicieron público ayer un manifiesto en el que rechazan la existencia de un fraude y hacen un llamamiento para que no se envenene el ambiente político. "La convivencia y la competencia política civilizadas son el principio y el fin de la democracia. Este es el valor que hoy deseamos refrendar, preocupados por un clima público que puede erosionar lo que tanto trabajo ha costado construir". Entre los firmantes están el politólogo José Woldenberg, el historiador Enrique Krauze, los escritores Jorge Castañeda, Héctor Aguilar Camín, Eliseo Alberto y Ángeles Mastretta, el pintor José Luis Cuevas o el antropólogo Roger Bartra.
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