La ocupación de El Prat rozó el peligro de un "accidente grave"
La Guardia Civil pidió a la torre de control que cerrara el aeropuerto
La gravedad de los altercados registrados el viernes pasado en el aeropuerto de El Prat (Barcelona) pudieron haber derivado en siniestro. Fue la propia Guardia Civil la que, al filo de las diez de la mañana, cuando los trabajadores de tierra de Iberia habían invadido las tres pistas, alertó a la torre de control para que cerrara de inmediato el tráfico aéreo, tanto de entrada como de salida, ante el temor a que se produjera una colisión. El atestado de la Guardia Civil entregado a la juez de El Prat relata cómo los piquetes cruzaron vehículos en las pistas y les quitaron las llaves para impedir el tránsito de las aeronaves. Fue entonces cuando se alertó a la torre de control de que se corría el riesgo de "un accidente grave".
Cinco consejeros del Gobierno catalán comparecieron ayer en el Parlamento para rendir cuentas. Coincidieron en señalar como culpables del caos a los trabajadores, a Iberia y a AENA. Directivos de la compañía de bandera negociarán hoy con los trabajadores.
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