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Caos en el aeropuerto de Barcelona

El Gobierno catalán culpa del caos a AENA y a Iberia y exige el traspaso del aeropuerto

Fernández de la Vega dice que "no es sensato" relacionar la crisis con la titularidad de la gestión

Miquel Noguer

Lo que debía ser una comparecencia parlamentaria de cinco consejeros de la Generalitat para dar cuenta de la actuación del Gobierno catalán en la crisis del aeropuerto del Prat derivó ayer en un reguero de críticas hacia la empresa pública AENA y a Iberia, a las que el consejero portavoz, el socialista Joaquim Nadal, cargó todas las culpas de lo acontecido. "Por acción o por omisión", dijo. Nadal, junto a los portavoces de todos los partidos menos el PP, exigió la entrada inmediata de la Generalitat en la gestión del aeropuerto. La vicepresidenta primera del Gobierno central, María Teresa Fernández de la Vega, replicó que "no es sensato" vincular la crisis del pasado fin de semana con la titularidad de la gestión del aeropuerto.

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El número dos del Gobierno catalán, Joaquim Nadal, se ensañó contra los dos únicos culpables de la crisis que hasta el momento ha identificado el Ejecutivo de Pasqual Maragall. A la gestora del aeropuerto, AENA, dependiente del ministerio de Fomento, la acusó de haber hecho un "mal cálculo de calendario" por haber informado, justo antes de la operación salida de vacaciones, de que Iberia perdía la concesión de los servicios de tierra del aeropuerto, noticia que desencadenó la protesta laboral. "AENA podría haber dado garantías a los trabajadores del handling e información suficiente", remachó Nadal.

A Iberia, el consejero portavoz del Gobierno catalán le reprochó que "ya acumula demasiados errores, tanto en la gestión de los vuelos con origen o destino a Barcelona como de los trabajos en tierra de Iberia handling".

Ante esta situación Nadal no dudó en desenterrar el debate sobre la gestión de El Prat y la necesidad de que el aeropuerto pase a ser gestionado, al menos en parte, por la Generalitat. "Ya es hora de que empiece el proceso de apertura, de ruptura del monopolio y de liberalización de El Prat y de los aeropuertos españoles". Si bien los partidos de la oposición criticaron al Gobierno catalán por haber estado "ausente" durante la crisis, todas las formaciones menos el PP respaldaron a Nadal en el sentido de exigir el cambio de modelo de gestión de El Prat.

También el consejero de Economía, Antoni Castells, aseguró que el cambio de gestión aeroportuaria en España "ya no admite más dilaciones". "Si hacen falta más argumentos, los hechos del pasado viernes ahorran todo comentario", dijo.

Miquel Iceta, del PSC, también cargó contra Iberia, a la que acusó de querer "arreglar su cuenta de resultados a cargo de Cataluña y de los catalanes". Y sobre las repercusiones de la crisis, animó a los ciudadanos a reflexionar "sobre la actuación y la eventual responsabilidad de AENA y el ministerio de Fomento, así como del ministerio de Interior, como responsables últimos de la funcionalidad y de la seguridad del recinto aeroportuario".

El tono de las críticas de los socialistas catalanes levantó ampollas en su partido hermano, el PSOE, y en el Ejecutivo central. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró, desde Bolivia, que "los motivos por los que en su caso se puede modificar la gestión de los aeropuertos y la participación de las comunidades autónomas están al margen de cualquier conflicto concreto; no es ni sensato ni razonable", dijo, vincular una cosa con la otra, informa Elsa Granda.

De la Vega reiteró la "condena absoluta" a la violencia de los trabajadores, y también la pasividad de Iberia, y lamentó los trastornos causados a los pasajeros. En un tono contundente afirmó: "Ninguno de los actores ha actuado con responsabilidad, sino todo lo contrario".

Pero las críticas del Gobierno y del PSC hacia Fomento no colmaron las expectativas de Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana (ERC), que criticaron por "tibios" y "dóciles" los reproches gubernamentales hacia el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. "Si la ministra de Fomento, en lugar de llamarse Magdalena Álvarez se llamara Álvarez Cascos (anterior ministro de Fomento con el PP), muy diferente habría sido la reacción de la Generalitat", aseguró Felip Puig (CiU). En el mismo sentido se pronunció el presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué.

En el debate de la Diputación Permanente del Parlament, el Gobierno catalán también tuvo que soportar los embates de una oposición que considera que el Ejecutivo autónomo, comenzando por su presidente, Pasqual Maragall, estuvo "desaparecido en combate" en las peores horas de la crisis.

El presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, habló de "vacío de poder" en la Generalitat y la acusó de desentenderse del aeropuerto de Barcelona y de tratarlo como si fuera "territorio extranjero" por el simple hecho de no tener competencias sobre él. Josep Piqué tachó de "incompetente" al Gobierno catalán, mientras que los socios del PSC en el Ejecutivo, Iniciativa per Catalunya, instaron a la Generalitat a presionar al Gobierno centra para que "depure responsabilidades".

De izquierda a derecha, los consejeros Joaquim Nadal, Antoni Castells, Montserrat Tura, Marina Geli y Jordi Valls, ayer en el Parlamento catalán.
De izquierda a derecha, los consejeros Joaquim Nadal, Antoni Castells, Montserrat Tura, Marina Geli y Jordi Valls, ayer en el Parlamento catalán.EFE

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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