La ONU pide una investigación independiente

Las organizaciones humanitarias más importantes criticaron ayer el ataque israelí sobre la ciudad libanesa de Qana en la que murieron 57 personas, entre ellas 29 niños. La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, condenó las muertes de civiles y solicitó la creación de una comisión internacional que investigue lo sucedido. "Para concluir con un análisis imparcial, el Alto Comisionado ha reiterado la necesidad de una investigación independiente", dijo ayer su oficina en un comunicado.

La Cruz Roja Internacional "deploró" el bombardeo de Qana en una declaración en la que su comité internacional pidió a ambas partes "tomar todas las medidas posibles para reducir las bajas entre los civiles". El comité recordó que: "Advertir con antelación a la población civil de la inminencia de un ataque no exculpa de manera alguna a uno de los bandos de sus obligaciones con respecto al derecho humanitario internacional".

La organización Human Right Watch, con sede en EE UU, emitió ayer un comunicado en el que estimaba que "el bombardeo indiscriminado de Líbano supone un crimen de guerra". Para el director ejecutivo de Human Right Watch, Kenneth Roth, la responsabilidad de lo sucedido en Qana es "únicamente del Ejército israelí".

Amnistía Internacional también criticó ayer el ataque israelí: "Se trata de un gravísimo crimen de guerra y una violación de los derechos humanos y del derecho internacional".