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Reportaje:

Pionero de los viajes culturales

Mohamed Ezzeddine, de origen libanés, abrió la primera agencia que ofrecía rutas organizadas para disfrutar del patrimonio

Mohamed Ezzeddine (Byblos, Líbano, 1949) llegó con 24 años a Bilbao para estudiar español y se acabó quedando a vivir en el País Vasco, donde fundó la que se considera hoy la decana de las agencias de viajes organizados de tipo cultural, Byblos Tours. "Llegué en 1973 con una beca para estudiar castellano en la Universidad de Deusto durante dos años. Yo venía de la Universidad de El Cairo. Entonces, me dí cuenta de que había interés por el antiguo Egipto y organicé algunos viajes culturales a este país, haciendo de guía", recuerda.

Eran tiempos en los que los destinos turísticos predilectos eran Salou o Benidorm. "En aquellos años dominaba Viajes Ecuador, y nosotros empezamos haciendo viajes promocionales a Egipto. El primer año llevamos a 380 personas. Y luego seguimos por las culturas de otras partes del mundo, empezamos con las de Centroamérica, para seguir por el resto de ese continente. Ahora cubrimos todo el mundo".

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Poco a poco, fue tomando un papel relevante en el campo de los viajes organizados, a partir de la clientela vasca. Hay que tener en cuenta que en 1973, según datos de la Embajada de Egipto, sólo 1.700 españoles visitaron aquel país; en su mayor parte catalanes. "Me quedé sorprendido de la inquietud que tenía la gente del País Vasco. Llevé turistas desde los pueblos más remotos, gentes que conocieron Egipto antes que Madrid", recuerda el responsable de Byblos Tours.

Y no faltan las anécdotas, en aquellos años iniciales. "Me acuerdo de un viaje con un grupo de un pueblo de Álava; no voy a decir el nombre. Al llegar a Madrid, los hombres se fueron a tomar una copa, y las mujeres me comentaron: 'Hemos oído que en Madrid hay un tren que anda por debajo de la tierra'. Así que antes de llevarles a Egipto tuve que hacer de guía para aquel grupo de 20 mujeres por el metro de la capital", recuerda. El problema era que Ezzeddine tampoco conocía las líneas y se perdieron. "Estuvimos dos horas de estación en estación, hasta que conseguimos salir a la superficie".

Poco a poco, la agencia de viajes del promotor libanés fue tomando entidad. Había empezado como una actividad del Centro de Cultura de Egipto en Bilbao y pasó a convertirse en agencia de viajes, Byblos Tours, en honor del pueblo natal de su fundador, una localidad monumental del Líbano. Y la competencia comenzó a preocuparse. "Recuerdo que Miguel Herrero, fundador de Viajes Ecuador, me llamó un día para que enseñara Egipto a un grupo de directivos, 'porque no saben ni siquiera dónde está', me dijo literalmente. 'Te pago lo que quieras".

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Con los años, también han solicitado sus servicios como organizador de viajes y guía de agencias tan potentes como Marsans o Wagons Lits. Pero Byblos se mantiene como empezó. "Somos la cátedra del viaje organizado. Nunca hemos querido crecer. Nuestra meta es organizar viajes con alma, no amasar dinero", afirma.

Mohamed Ezzeddine es, además, por su origen, un experto en conflictos civiles. Su país ha vivido pocos años de paz en el último medio siglo y durante centurias ha vivido en primera línea las disputas de los principales imperios coloniales, desde Roma a Francia. Su mirada al estado actual de País Vasco es positiva. "En estos treinta largos años que llevó viviendo aquí, he comprobado que la situación se ha transformado completamente. Hoy el País Vasco es una comunidad autónoma madura, moderna y con una paz envidiable para muchos otros lugares del mundo que han vivido en violencia. Una paz que se consolidará", comenta.

Mohamed Ezzedine recuerda su primera impresión de Bilbao en 1973 y lo compara con el momento actual. "Cuando llegué a la estación de Abando me estaban esperando más de cien personas, porque yo había viajado con un grupo de 200 estudiantes de la Universidad de Deusto a Egipto, y me recibió una paliza de la Guardia Civil. No a mí, sino a muchos de los que acudieron, porque entonces estaban prohibidas las reuniones en la calle de más de ocho personas". Ahora, dice, "el País Vasco es un lugar envidiable para vivir, con una riqueza patrimonial y cultural única".

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