"Esto tenía que llegar"

Muchos de los electores acudieron ayer a las urnas con un pequeño libro religioso que hablaba sobre cómo ha de comportarse cada miembro dentro de la familia. Los votantes se desesperaban a veces por la tardanza del proceso y decían que tenían que ir a misa. Misa de las ocho, de las nueve, de las diez... En la República Popular de Congo la Iglesia posee un poder social sin parangón. Gracias a algunas denuncias de los obispos cristianos las elecciones han sido más transparentes.

Los principales obispos denunciaron que el Gobierno no estaba instruyendo al pueblo sobre cómo votar, no había una lista de los candidatos a diputados hasta pocos días antes de las elecciones y amenazaron con llamar a la abstención. Al Gobierno de Kabila no le quedo más remedio que corregir el rumbo.

Los curas no dudan tampoco en pronunciarse en público sobre el rumor que recorre el país: ¿Es Joseph Kabila congoleño o no? ¿Es hijo biológico del dictador asesinado en 2001 Laurent-Désiré Kabila o no?

"Aunque la gente próxima a él ha declarado que Kabila nació en Congo, lo cierto y verdad es que él nunca ha declarado que es congoleño", asegura el sacerdote Molegbe Bagaza. "A mí no me importaría que fuese adoptado, pero que lo diga", añade. "No me parece que sea de fiar. Primero, cuando llegó al poder, lo hizo prometiendo que sólo estaba ahí para garantizar un proceso hacia la democracia. Y después va y se presenta como candidato para sucederse a sí mismo".

Ayer, el embajador español en Kinshasa, José Pascual, y los seis diputados españoles visitaron, en uno de los barrios más pobres de la ciudad, la casa y el huerto de las monjas del Sagrado Corazón. Las monjas viven en gran parte de los frutos y las hortalizas que siembran en dos huertos. El muro de metro y medio que protege el huerto lo han tenido que levantar otro metro más para protegerse de los ladrones. Hay unas 180 monjas españolas trabajando en Kinshasa y unas 500 en el resto del país.

La opinión de Mercedes

Una de las más experimentadas es Mercedes Martínez, que se encuentra en la República Popular de Congo desde 1971, cuando se llamaba Zaire y la nación se encontraba bajo las botas del dictador Mobutu Sese Seko. Así que, si la monja española tuviese la oportunidad, a quién entre los dos candidatos que parecen con más opciones elegiría, ¿a Kabila o a Bemba? "Yo creo que votaría en blanco. A la gente que conozco por aquí les digo: Menos mal que no tengo que votar". No obstante, Mercedes Martínez recuerda que el jueves hubo una manifestación en Kinshasa de los simpatizantes de Bemba y otra de los de Kabila al día siguiente. "Y quedó claro que en Kinshasa, Bemba tiene mucho más apoyo".

A pesar del aparente pesimismo, la monja española también se muestra muy contenta con la celebración de las elecciones. "Este momento tenía que llegar", declara. "No podíamos seguir así. Todo el mundo se decía: '¿Cuánto tiempo vamos a aguantar de esta manera? Ya ha llegado la hora".