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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El camino al alto el fuego

La muerte, la destrucción y el sufrimiento en el Líbano son horribles y continúan su escalada. Con unos afectados que ya alcanzan el millón de personas, de las cuales al menos un tercio son niños, la ayuda de emergencia y otro tipo de apoyo se necesitan con desesperación y urgencia. Una acción así requiere un alto el fuego; sin embargo, nos repiten constantemente que cualquier cese en las hostilidades debe esperar hasta que las condiciones sean las apropiadas, únicamente definiendo condiciones apropiadas en términos de tácticas y prioridades militares, y no en necesidades humanas.

No siempre fue así. En Líbano, en el año 1987, en medio de un sangriento conflicto, Unicef negoció "días de tranquilidad" de una duración de cuatro jornadas en tres meses sucesivos, para permitir que todos los niños fueran vacunados. Se repararon conducciones de agua, y estaciones de bombeo dañadas fueron puestas en funcionamiento de nuevo, gracias a "horas de tranquilidad" para que el trabajo pudiese continuar. Las negociaciones no fueron sencillas -al menos, seis facciones enfrentadas participaron, incluyendo el Partido de Dios-. Pero se alcanzó un acuerdo e incluso Siria declaró su apoyo. Miles de vidas de niños se salvaron.

En 1991, durante la primera guerra de Irak, mientras aviones norteamericanos sobrevolaban la zona, se estableció un "corredor de la tranquilidad" para hacer posible el envío de equipos médicos y de bombeo y purificación de agua a Bagdad desde Ammán, para mantener operativos el suministro de agua y el sistema sanitario. Este corredor se logró a través de negociaciones con Estados Unidos, Reino Unido y Tarik Aziz, el ministro de Asuntos Exteriores de Irak en aquel momento.

¿Por qué debemos esperar hoy? Europa y los Estados Unidos -también Israel- deberían acordar su apoyo a corredores de la tranquilidad y días de alto el fuego, durante los cuales se puedan distribuir suministros para aliviar las necesidades más urgentes de los civiles, especialmente de los niños.

Un "nuevo Oriente Medio" depende de los niños y jóvenes, tanto libaneses como palestinos que puedan ver algunos frutos de la paz, no sólo los odios de la guerra. Si los gobiernos retrasan las negociaciones para un alto el fuego ahora, aunque sólo por una semana, muchos, muchos más niños morirán e incluso más quedarán mutilados de por vida. ¿Qué nuevo Oriente Medio podrá existir entonces? El alto el fuego se necesita inmediatamente.

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