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Escalada militar en Oriente Próximo

Europa pide el aval de la ONU para enviar tropas

El Gobierno español confía en que de la reunión de Roma salga el fin de las hostilidades

Javier Solana, coordinador de la Unión Europea para Política Exterior y Seguridad Común, anunció ayer que está trabajando con varios países en el proyecto de enviar una fuerza internacional de interposición al sur de Líbano, con mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en respuesta a la opinión favorable a tal intervención del Gobierno israelí. En la OTAN, la idea mencionada por el ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, de enviar soldados de la Alianza Atlántica, fue acogida con frialdad. Tanto en medios europeos como aliados se considera necesario pactar antes un alto el fuego y crear las condiciones políticas y diplomáticas para el hipotético despliegue militar.

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"Hay países dispuestos a proporcionar la contribución necesaria", dijo ayer Solana tras entrevistarse en Bruselas con Saad Hariri, líder del principal grupo del Parlamento libanés. "Lo discutí el pasado miércoles con [el líder isarelí] Ehud Olmert. Es una auténtica posibilidad. Aunque no será una fuerza fácil de desplegar, estamos ya trabajando en el concepto de la operación para desplegarla a petición del Consejo de Seguridad". La idea tomará cuerpo o perderá vigor en la reunión de Roma para resolver la crisis libanesa, como reconoció Solana: "Hasta el miércoles, no puedo ser más preciso".

El portavoz de la Alianza, James Appathurai, abundó en la idea. "Se puede dar un importante paso el miércoles en Roma", dijo, tras señalar que la OTAN "no ha recibido ninguna petición y no ha tenido ninguna discusión sobre el Líbano".

Fuentes europeas y aliadas se mostraban ayer frías ante la posible operación. "No proponemos que haya una fuerza que esté separada del resto del proyecto, que pasa por una intervención humanitaria, el alto el fuego, un proceso de paz sostenible y que Líbano tenga sus propios medios como Estado", comentaba una fuente de la UE, mientras desde la Alianza se apuntaba: "Antes de hablar de fuerza hay que hablar de política".

Aunque oficialmente los embajadores aliados no han tratado el asunto, las reuniones bilaterales son continuas y se seguirá discutiendo en reuniones informales. Las fuente también señaló que en caso de que de Roma salga algo, será un paquete, en el que haya una fuerza sometida a mandato de Naciones Unidas".

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Tanto en el ámbito comunitario como en el trasatlántico se hacia notar la grave dificultad para conseguir los efectivos necesarios, que medios castrenses evalúan en unos 10.000 militares con sus correspondiente equipamiento. La OTAN, que tiene unos 30.000 soldados desplegados en Afganistán, Kosovo y el Mediterráneo, sus principales operaciones, apenas cuanta con unos cientos para enviar a Darfur. La UE está ya desplegada en Bosnia y Congo, entre otros lugares. Tanto la Alianza como la UE se sienten ya al límite de sus capacidades de despliegue.

El Gobierno español, por su parte, espera que de la conferencia de Roma "salga el fin de las hostilidades y la vuelta a la negociación política y diplomática", según afirmó ayer el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para el que la posición de EE UU es flexible. "La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, con la que hablé por teléfono el pasado viernes, dice que hay que debilitar a Hezbolá; no que haya que desarmarla como condición previa para el alto el fuego", explicó el ministro. Moratinos insistió en que la comunidad internacional no entendería que la cumbre de Roma no logre "establecer un compromiso político y un calendario para poner fin a esta crisis".

El ministro consideró indispensable el despliegue de una fuerza internacional entre Líbano e Israel, "porque eso romperá la necesidad de operaciones militares", pero estimó "prematuro" pronunciarse sobre si la fuerza de interposición debe ser de la OTAN, como quiere Israel, o de la ONU. España exigirá en todo caso, como la mayoría de los países, que la fuerza en cuestión tenga el respaldo del Consejo de Seguridad.

La Conferencia de Roma ha sido convocada por el núcleo de países empeñados en la reconstrucción del Líbano, un grupo que se reunió en septiembre de 2005, con la idea de promover una conferencia de donantes, y en el que participan EE UU, Reino Unido, Francia, Italia, Rusia, Líbano, Arabia Saudí, Egipto, la ONU, la UE y el Banco Mundial. La asistencia de este último organismo a la reunión de mañana no está confirmada, lo que indicaría que el horizonte de las reconstrucción aún se ve lejos. Los organizadores han invitado, en cambio, a otros países. Fuentes del Ministerio de Exteriores italiano daban ayer por segura la presencia de España, Alemania, Canadá y Jordania. Se especula también con la asistencia de China y Japón.

Una columna de blindados israelíes avanza en el sur de Líbano.
Una columna de blindados israelíes avanza en el sur de Líbano.ASSOCIATED PRESS

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