El desencuentro entre los socios del Gobierno marca la celebración del 25 de julio en Galicia
La ausencia de los miembros nacionalistas del Ejecutivo gallego en los actos religiosos que se celebran hoy en Santiago con motivo del Día de Galicia marcan el desarrollo de una jornada en la que las máximas autoridades del Gobierno bipartito, el presidente Emilio Pérez Touriño (PSdeG) y el vicepresidente, Anxo Quintana (BNG), sólo coincidirán durante la entrega de las medallas de la comunidad. Los consejeros nacionalistas no acudirían a la ofrenda al Apóstol por estimar que se trata de un acto que representa el sometimiento del poder civil al religioso. El titular de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, ejercerá como delegado regio en un evento que cuenta con más de tres siglos de historia y que se celebra por primera vez bajo un Gobierno integrado por miembros del PSdeG y del BNG.
Los desencuentros entre los socios del Gobierno gallego vivieron ayer un nuevo episodio con motivo de la celebración de A Véspera (La Víspera), un acto que consistió en el izado de la bandera gallega en la sede de la Presidencia de la Xunta y la inauguración de una instalación con 315 piedras que representan a los ayuntamientos. Al acto no fueron invitados miembros del BNG, aunque en esta ocasión tampoco participaron en el mismo consejeros socialistas. El público estaba formado casi en su totalidad por representantes del mundo de la cultura.
Elogio a la bandera
En su intervención, Pérez Touriño hizo un encendido elogio de la bandera gallega, a la que definió como "un símbolo de unidad, de convivencia y de civismo", que además "admite formas distintas de pensar y de soñar Galicia".
Según fuentes próximas a la Vicepresidencia, los miembros nacionalistas del Gobierno no tuvieron noticias de este acto hasta que se anunció a los medios de comunicación. Añadieron que el Día de Galicia es una celebración que debe tener como protagonista a todo el pueblo y no a una persona, en referencia al titular de la Xunta.
Desde la formación nacionalista se ha insistido en que antes de expresar su rechazo a participar en el acto religioso programado para hoy se planteó la posibilidad de cambiar el protocolo -previo acuerdo con la Casa del Rey-, para evitar que de su contenido se pueda extraer la conclusión de que el poder político está sometido al de la Iglesia. Según los nacionalistas, su propuesta no fue tenida en cuenta.
Por su parte, fuentes próximas a la Presidencia de la Xunta señalan que el BNG no planteó cambiar el protocolo de la ofrenda hasta que hace algunas semanas se confirmó el nombramiento de Pérez Touriño como delegado regio en la ceremonia.
El BNG celebrará hoy como cada año una gran manifestación por las calles de Santiago. Quintana fijará las posiciones de esta formación ante la reforma del Estatuto que se está abordando en Galicia.
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