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Permira y los Ballvé invertirán 75 millones para extender Telepizza

La firma abrirá en poblaciones de menos de 30.000 habitantes

El fondo de capital riesgo Permira y la familia Ballvé, que han ganado el pulso en las ofertas competidoras por Telepizza, ya han diseñado un plan de negocio con 75 millones de inversión para expandir la empresa de pasta en España y Portugal. El objetivo es ampliar la red española de 546 tiendas para abrir en poblaciones de menos de 30.000 habitantes, vender más productos y disponer de un nuevo centro de llamadas para mejorar el reparto.

Aparte de ampliar el abanico de nuevas aperturas de tiendas en poblaciones menores, se reacondicionará el 10% de las 546 tiendas actuales en suelo español para que los clientes puedan comer en el establecimiento con la nueva oferta de productos, aunque no se trata de montar restaurantes al uso.

Los nuevos gestores de la empresa ampliarán además la oferta de productos. Aunque el eje central de su oferta serán la pasta y la pizza, se ampliará el abanico de productos con ensaladas como complemento alimenticio de la pasta.

Además, se entrará en nuevos productos. Telepizza constituyó hace pocas fechas una sociedad con la firma guatemalteca Pollo Campero. Se ha abierto una tienda en la calle de Fuencarral de Madrid con las dos enseñas en la que hay dos mostradores, uno para los productos de pollo y otro para las pizzas. Es un concepto de establecimiento mixto que se quiere potenciar.

La nueva sociedad, que se ha denominado Gestora Española de Franquicia de Pizza y Pollo, pretende abrir un centenar de locales en los próximos 10 años. La mayoría del capital lo suscribió Pollo Campero, y la familia Ballvé y Permira, el 49%. La idea es hacer la competencia a Kentucky Fried Chicken (KFC), especializada en pollo frito. Esta última enseña está controlada por el Grupo Yum, que también es dueño de Pizza Hut. En todo caso, la estrategia de expansión internacional con Pollo Campero hay que perfilarla porque los Ballvé y Permira son más partidarios de centrarse en la península Ibérica que diversificar inversiones en otras áreas. Telepizza, en su última etapa, ha cometido algunos tropiezos en el mercado internacional que le obligaron a replegarse.

Otro de los aspectos que los nuevos gestores quieren abordar es la calidad de servicio. En este sentido, se estudia la apertura de un call center (centro telefónico) que organice y gestione los pedidos con más racionalidad. Telepizza hace la mayoría de sus ventas en tres días (fin de semana) y en tres horas clave (de nueve a doce de la noche), lo que provoca un cuello de botella que debe resolverse para mejorar la facturación.

Telepizza, uno de los fenómenos empresariales de los años ochenta y de la explosión bursátil de los noventa, entra en su cuarta estación. Tras un comienzo fulgurante en 1988 de la mano de Leopoldo Fernández Pujals, un cubano de nacionalidad estadounidense, cerró un segundo ciclo como estrella del parqué en los noventa para dar tumbos y perder fuelle tras el año 2000 en su tercera etapa. Una vez que la familia Ballvé, junto con el fondo de capital riesgo Permira, ha ganado en sobre cerrado el pulso que mantenía con el Grupo Zena (dueño de Foster's Hollywood) y con la portuguesa Ibersol, se abre un nueva estación, la cuarta, de expansión geográfica y diversificación de productos. La cadena de comida rápida cuenta en la actualidad con 834 establecimientos, de los que 546 están en España. En España, el 40% son tiendas propias y el 60% son franquiciadas. En el extranjero, el 52% son propias y el 48% son franquiciadas. En el primer trimestre de 2006, la empresa de comida rápida registró unas ventas de 112,2 millones de euros, con un beneficio de 7,05 millones de euros.

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