Londres recupera el brillo del automóvil

La industria británica del motor está de celebración. El Salón del Automóvil abandona Birmingham para volver a Londres, un emplazamiento con mucha más tradición, glamour y potencial mediático. Y el certamen rompe con la rutina de las últimas décadas y reúne un buen plantel de novedades, con tres modelos completamente nuevos que se presentan en primicia mundial y gran variedad de propuestas que pueden verse por primera vez en Europa. El colofón lo ponen las marcas británicas, como Land Rover y Jaguar, con algunos estrenos importantes.

El protagonista del Salón de Londres (abierto hasta el 30 de julio) es el nuevo Corsa, la cuarta generación del utilitario superventas de Opel (9,2 millones vendidos desde su lanzamiento en 1982). También sobresalen el Land Rover Freelander 2, un todoterreno ligero más potente y refinado que su antecesor, y el Chrysler Sebring, la alternativa de la marca americana a las berlinas medias europeas, como el Peugeot 407.

Seat, Jaguar y BMW apuestan por el dinamismo y presentan las versiones deportivas más imponentes de su gama de modelos: los nuevos León Cupra, XKR y M6 Cabrio, respectivamente, con 240, 420 y 507 CV. Y Smart aporta el contrapunto ecológico con una versión eléctrica del biplaza Fortwo: funciona con baterías, no contamina y ofrece buenas prestaciones y una autonomía correcta.

Además, Honda muestra la versión tres puertas del nuevo Civic, con una puesta a punto específica que prima la agilidad de conducción, y Mazda presenta en sociedad el MX-5 Roadster Coupé, una variante con techo de metal retráctil que completa las versiones actuales con capota de lona.

Junto a todos ellos llegan también otras dos propuestas interesantes. Por un lado está el Ford Focus Coupé-Cabriolet, la versión descapotable del familiar compacto de la marca, con techo metálico y cuatro plazas (llegará a España a final de año). Y, por otro, el Lexus LS 460, uno de los automóviles más avanzados del momento (en otoño): equipa un cambio automático de ocho marchas, función de aparcamiento automático, un equipo de música con disco duro (para guardar miles de canciones) y hasta sensores que analizan la temperatura corporal de los ocupantes para mejorar el funcionamiento del climatizador.

En el Reino Unido no se celebran varios salones en diferentes ciudades, como sucede en otros países, sino un certamen único que concentra anualmente al sector, el British Motorshow. De 1903 a 1976 se celebró en Londres, pero la empresa de telecomunicaciones NEC adquirió el recinto de exposiciones y obligó a trasladar la muestra. Birmingham fue el emplazamiento elegido desde 1978, y ahora, casi 30 años después, vuelve a Londres, al recinto ferial Excel, en el área de los Docklands.

Modelos de hielo y moqueta

Y, al igual que en los mejores salones internacionales, Londres reúne un buen número de curiosidades y atracciones paralelas. Las maquetas especiales son algunas de las más llamativas. Así, Ford muestra un Focus Coupé-Cabriolet a escala real esculpido en un bloque de hielo; Ferrari presenta un modelo vestido con una carrocería de moqueta, y Honda ofrece un espectacular escaparate con un fórmula 1 despiezado y cada una de sus 3.200 piezas colgando de un hilo metálico.

El prototipo JCB Diesel Max tampoco pasa inadvertido. Tiene una carrocería de casi siete metros, muy estrecha, alargada y aerodinámica que recuerda a un avión sin alas. Se ha concebido para batir el récord de velocidad sobre tierra con motor diésel, un galardón que persigue el sector del automóvil británico. Equipa dos propulsores que suman 1.500 CV e intentará batir la actual marca de 379 km/h. el próximo mes de agosto en las explanadas salinas de Bonneville, en Utah, Estados Unidos. JCB cree que el Diesel Max superará los 480 km/h.