Un vecino de Manises se confiesa autor del incendio que ha arrasado casi 200 hectáreas

Un hombre de 29 años, vecino de Manises, se confesó ayer autor, por un descuido, del incendio que al cierre de esta edición había arrasado casi 200 hectáreas de arbolado de alto valor ecológico entre Vilamarxant y Pedralba. La Guardia Civil investiga la versión del detenido, que explicó que el fuego se originó cuando quemaba unos rastrojos. La preemergencia por riesgo de incendio prohíbe expresamente la quema de rastrojos. Además, bomberos y Guardia Civil aseguraron que el incendio tenía dos focos. Algunos vecinos de la zona hablaban ayer de hasta tres.

A las 19.30 de ayer se dio por controlado el incendio que arrasó 194 hectáreas, según fuentes de la Dirección General de Interior. El 95% era de arbolado maduro de alto valor ecológico, el otro 5% era matorral y cultivo. Una zona próxima ya fue afectada el pasado marzo por otro fuego. Al cierre de esta edición los efectivos desplazados a la zona refrescaban el perímetro y las áreas aún con brasas que fácilmente podían reavivar el fuego. A lo largo de la jornada trabajaron en la zona, según fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, 11 medios aéreos (cuatro aviones Air Tractor y dos helicópteros de la Generalitat y dos hidroaviones, dos Air Tractor y un avión ACO de captación de zonas calientes del Ministerio de Medio Ambiente). Además, por vía terrestre actuaron nueve brigadas de la Generalitat con dos autobombas y 14 brigadas de la Diputación, junto a cuatro vehículos del Consorcio Provincial de Bomberos. La ausencia de viento en el lugar favoreció las tareas de extinción a pesar de las dificultades derivadas de un día de altas temperaturas.

Las 400 personas desalojadas a primera hora de la tarde del jueves a causa del incendio no pudieron ayer volver a sus casas, pero podrán hacerlo esta mañana. Sólo a algunas se les permitió pasar a dar de comer a los animales o recoger algunos enseres.

Mientras se desarrollaban las tareas de extinción, la Guardia Civil investigaba la versión aportada por el hombre que confesó ser el autor de los hechos horas después de ser detenido en la tarde del jueves gracias a las imágenes grabadas por cámaras de la urbanización y el hotel próximo al lugar donde se inició el fuego. El detenido, de 29 años, vecino de Manises, cuya familia tiene una propiedad en Vilamarxant, explicó que se le fue de las manos la quema de rastrojos que realizaba, expresamente prohibida en un día en el que la Generalitat había decretado preemergencia por riesgo de incendio dadas las altas temperaturas. La versión del detenido contrasta con otros datos a los que al principio tuvo acceso la Guardia Civil. El primer foco del incendio se ubicó a pocos metros de la valla de un hotel de la partida de La Pea. Y al menos otro foco -algunos vecinos aseguran que fueron dos más- a unos 700 metros y un kilómetro de distancia. La hipótesis de la Guardia Civil, según fuentes consultadas, era ayer, al cierre de esta edición, que el incendio fue intencionado y no fruto de un accidente o negligencia.

El área afectada por el incendio de Pedralba y Vilamarxant tiene alto valor ecológico y paisajístico y estaba pendiente de su declaración como paraje natural municipal. El Consell aprobó ayer la ejecución, con carácter de urgencia, de obras para la restauración ambiental y paisajística de las zonas afectadas por el incendio, según anunció el portavoz del Ejecutivo, Vicente Rambla.