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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Columnistas e Israel

Permítame felicitarle por el hecho de tener entre sus columnistas a un personaje como Hermann Tertsch. Sus análisis y opiniones, muy especialmente en estos días con motivo de la actuación demencial de Israel en Oriente Próximo, permiten a sus lectores entender algo mejor por qué eso que llamamos "comunidad internacional" es y será incapaz de reaccionar.

En mi opinión, la mayoría de las columnas del señor Tertsch no sólo desprecian la historia, sino que sólo analizan el presente desde un prejuicio ideológico que roza la obsesión, e incapacita para el análisis sereno. Pero su pensamiento se acerca mucho a lo que he escuchado a los más duros republicanos en el Capitolio, y a miembros del Likud en la Knesset. Por eso es bueno tenerlo entre nosotros: leer a Hermann Tertsch ayuda mucho a entender por qué mientras ésa sea la línea dominante en EE UU, nunca los palestinos tendrán un Estado ni se les permitirá tener una vida digna con un mínimo de derechos y respeto a sus personas.- Ignasi Guardans. Diputado al Parlamento Europeo.

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Después de leer la columna de Rosa Montero, me he quedado con sabor agridulce al comprobar que la retórica neoconservadora ha inundado incluso las mentes biempensantes y progresistas de nuestro país.

Aunque comparto plenamente la ira que a Rosa Montero le produce el uso y abuso de la frase "derecho a defenderse", sin embargo, considero necesario hacer dos matizaciones. En primer lugar, Israel no ha cometido "desmanes" en las últimas décadas. No, los desmanes los cometen los niños traviesos, no los Estados soberanos. Lo que Israel ha cometido ha sido una serie de continuas violaciones del derecho internacional y humanitario de las que ha salido impune, debido a que Occidente parece asimilar dichas acciones, precisamente como eso, como desmanes de un niño malo.

Mi segunda matización se refiere al hecho de considerar a los ciudadanos israelíes en su conjunto como "nuestros primos", porque, en el fondo, "formamos parte del mismo mundo". Una lógica lleva a la otra, y con su frase, Rosa Montero acaba de hacerse portavoz de la teoría rancia sobre el "choque de civilizaciones". Resulta que el Gobierno de Israel "lo permite todo"; sin embargo, preferimos "mil veces" vivir bajo ese Estado que "lo permite todo" antes que con Hezbolá. Si lo que intenta decir es que no se considera a gusto en el seno de una sociedad autoritaria y patriarcal, entonces debo decirle que yo no me siento a gusto ni en un lado ni en el otro. Israel, a pesar de lo que su Gobierno y la propaganda nos cuente, no es una linda democracia, sino un Estado militarizado que practica el apartheid con sus propios ciudadanos. Y la cosa podría ser peor si el partido ortodoxo Shas llegase a gobernar, algo que aún no ha hecho, aunque forme parte de la coalición conservadora del partido Kadima de Ehud Olmert.

Estimada Rosa, yo no considero que un pasaporte me hermane con nadie, y mucho menos con aquellos ciudadanos israelíes que apoyan los brutales ataques de su Gobierno en estos días. A mí me gusta considerarme hermana de todas aquellas personas de talante secular y progresista, sean sirios, libaneses, israelíes, jordanos, egipcios... La lista es larga. Pues son atributos que no tienen nacionalidad ni cultural ni nacional, sino que los cultiva cada uno.

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