Ordóñez promete un Banco de España independiente
Solbes asegura que el nuevo gobernador actuará con mano firme y en el rumbo correcto
Consciente de que será analizado con lupa, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, nuevo gobernador del Banco de España, se comprometió ayer, en su toma de posesión, a mantener la independencia de la institución. "Nada es más necesario, más inexcusable, que el Banco de España actúe con autonomía si quiere cumplir sus fines", aseguró para zanjar el debate alentado por el PP sobre su independencia ya que perteneció al Gobierno socialista. Por primera vez, tres mujeres estarán en puestos de responsabilidad: Ana Sánchez, consejera, Pilar Trueba, directora general de servicios, y la directora general adjunta, Pilar L'Hotellerie. Ante los máximos representantes del mundo financiero, Pedro Solbes, ministro de Economía, aseguró "mano firme" en la nueva etapa.
Solbes y Ordóñez coinciden en alabar la gestión de Caruana y Gil en el sexenio pasado
Más de un centenar de personalidades, incluida toda la comunidad financiera y la plana mayor del Banco de España, estuvo presente en el salón de actos de la institución durante el cambio de gobernador. Desde Emilio Botín, presidente del grupo Santander, a Francisco González, del BBVA, Ricard Fornesa, de La Caixa, Ángel Ron, del Popular, Josep Oliu, del Sabadell, Braulio Medel, de Unicaja y los máximos representantes y directores generales de otras entidades. La única excepción fue Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, la segunda por tamaño, cuyas ocupaciones profesionales (un comité en Endesa, otro en la entidad y un vuelo internacional) le impidió estar presente en el acto, según fuentes de la entidad. No obstante, Blesa habló ayer por teléfono con Ordóñez y le envió hace unos días una carta de felicitación, según un portavoz de Caja Madrid.
Además de los banqueros, acudieron al acto el ex gobernador Luis Ángel Rojo, los ex ministros de Economía Carlos Solchaga y Miguel Boyer y el director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, Miguel Sebastián, así como los presidentes de la patronal bancaria y de cajas, Miguel Martín y Juan Ramón Quintás, respectivamente.
Todas las autoridades, salientes y entrantes, pusieron mucho interés por transmitir una sensación de unidad y cordialidad en el cambio de gobernador, después de las tormentas políticas pasadas. Fernández Ordóñez fue el primero en recordar y agradecer a los que no le han acogido positivamente: "A Miguel Arias Cañete" (presente en el acto), "pues, a pesar de sus discrepancias, siempre ha reconocido públicamente mi competencia técnica y experiencia suficiente para ejercer estas funciones".
El nuevo gobernador afirmó que reconocía la labor de los anteriores, Jaime Caruana y Gonzalo Gil, subgobernador, "al haber confirmado a sus directores generales: Malo de Molina, Aríztegui, Roldán y el secretario general Alepuz. Además el Consejo de Ministros tuvo a bien aceptar mi propuesta de que uno de esos directores, José Viñals, fuera el subgobernador". Éste ha sido elegido por su "sensibilidad" ante el fenómeno de la internacionalización económica.
La única salida ha sido la de Pedro Pablo Villasante, ex director general de supervisión, que ha sido nombrado secretario general de la patronal bancaria, AEB. El número uno del Banco de España alabó el papel de Villasante, "un gran profesional, al que le debo un agradecimiento personal". Aríztegui será el nuevo director de Supervisión, por lo que ha nombrado un sustituto en la división de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago, que es Javier Alonso Ruiz-Ojeda. Tanto Solbes como Fernández Ordóñez alabaron la "excelente" labor de Caruana en sus seis años de mandato.
Tras destacar la importancia de la autonomía de esta institución, Ordóñez recordó que "el legislador le quitó al Ejecutivo la posibilidad de cambiar a su discreción los órganos de gobierno del Banco". También puntualizó que la institución "debe defender los intereses de los depositantes en su regulación y supervisión" y que cuanto más eficientes, rentables y solventes sean las entidades, "más protegidos estarán los usuarios". Pero Ordóñez fue más allá y recordó que "debe entenderse con las Comunidades Autónomas, y seguir ofreciendo asesoramiento al Gobierno. El Banco de España debe actuar con autonomía, pero no puede olvidar que está al servicio de España, rica y compleja, a la que debemos servir".
Para los próximos años, Fernández Ordóñez se ha marcado como retos aumentar el prestigio internacional del Banco, así como adaptar la supervisión financiera al nuevo contexto mundial. "Se han diseñado las normas de riesgos de Basilea II, pero ahora hay que aplicarlas. En 2008 tendrá que funcionar el nuevo sistema. Las propias entidades están obligadas a transformar radicalmente su control de riesgos. Tendremos que hacerlo juntos ya que fallaríamos todos si falla alguno", dijo.
El modelo que seguirá Ordóñez será el del predecesor de Caruana, Luis Ángel Rojo, a quien calificó como ejemplo de "competencia, integridad y sentido institucional".
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, defendió que Ordóñez es la persona que mejor puede llevar a la institución con autonomía y aseguró que, independientemente de su ideología, garantizará su gestión con "mano firme" y por el "rumbo correcto". Para Solbes, el nuevo gobernador forma parte de un grupo de "españoles selectos" que tienen la necesidad "ética" de que "esta España sea mejor que la que recibieron". Caruana recomendó a su sucesor que preserve la "independencia" y el "rigor" que ha caracterizado a la institución en sus 150 años de historia. También recibió hoy grandes halagos el nuevo subgobernador, José Viñals, a quien Fernández Ordóñez ha elegido.
Tres mujeres directivas
Fernández Ordóñez ha nombrado, por primera vez en la historia del Banco de España, a una mujer, Ana Sánchez Trujillo, como consejera no nata; a otra, Pilar Trueba, como directora general de Servicios, y a una tercera, Pilar L'Hotellerie-Fallois, responsable de la dirección general adjunta de Asuntos Internacionales.
El banco, dijo Ordóñez, "empieza así a dar unos primeros pasos en la superación de ese prejuicio de superioridad masculina tan arraigado en España, que lleva a seleccionar a hombres menos preparados para puestos directivos impidiendo la promoción de mujeres más competentes".
Ana Sánchez Trujillo ha trabajado en el Servicio de Estudios del Banco de España y ha colaborado con la OCDE y el BCE. Trueba ha sido gerente del Tribunal Supremo y L'Hotellerie procede también del Servicio de Estudios.
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