Y así lo contó la prensa
'La Vanguardia' y 'Abc' de Madrid improvisaron direcciones leales a la República. 'Abc' de Sevilla difundía las consignas de Queipo
A las 8.30 del sábado 18 de julio de 1936, los españoles madrugadores que tuvieran una radio pudieron escuchar una nota del Gobierno que anunciaba un movimiento militar en Marruecos: "Una parte del Ejército que representa a España en Marruecos se ha levantado en armas contra la República".
Los periódicos no podían recoger aún las escasas y contradictorias noticias. Pero sí algunos de los acontecimientos que enmarcaban el comienzo de la sublevación militar. Muchos "sueltos" daban cuenta de detenciones de elementos falangistas o derechistas por todo el país en Jaén, en Gredos, en Madrid, en León... Y se explicaban las circunstancias de la muerte en Canarias del general Balmes hacía tres días. Por toda España se sucedían las manifestaciones de protesta y dolor por el asesinato del "caudillo" José Calvo Sotelo. Las ediciones vespertinas de los diarios, como el Abc de Madrid, pudieron añadir notas de cierre que sólo reflejaban el comunicado del Gobierno.
Luego vino el silencio en muchos periódicos, aunque los más importantes siguieron dando cuenta de los sucesos africanos en ediciones de fortuna. Las redacciones estaban siendo depuradas de los elementos que formaban parte de las legiones de los derrotados en cada lugar. De forma espontánea, los trabajadores de diarios como La Vanguardia de Barcelona o el Abc de Madrid improvisaron direcciones que acataban y distribuían las directivas del Gobierno, ya el día 19, cuando todavía estaba sin vencer la resistencia de los sublevados del general Fanjul en el cuartel de la Montaña. Mientras, en Sevilla, el general golpista Gonzalo Queipo de Llano consolidaba su victoria con la ocupación del Abc andaluz, y desde sus páginas se hacía eco de los primeros llamamientos de Franco y emitía sus propias proclamas amenazantes de destrucción y fusilamiento a los vecinos del barrio de Triana.
La prensa, como reconocía en su primera página el diario madrileño La Libertad, alcanzaba en aquellos días unos éxitos de ventas sin precedentes. Los ejemplares se agotaban luciendo en su portada el anuncio de que la censura había visado su contenido. Cada periódico estaba realmente controlado por algún partido político o sindicato que modelaba sus consignas de gloria a las órdenes del inestable gabinete de Martínez Barrio. El tono se volvía acorde con la situación. Informaciones de Madrid titulaba el día 23: 'En la gesta gloriosa de julio, el optimismo pone un clarín de victoria'. Y el Abc sevillano abría su primera ese mismo día con un rotundo 'Viva España' que era contestado por su hermano madrileño al día siguiente con un no menos enfático 'Viva la República'.
La sobriedad en los titulares tardaría en volver. La Solidaridad, controlada por anarquistas, emitía llamamientos para que los voluntarios de la libertad se unieran a las columnas que se dirigían hacia Aragón para conquistar Zaragoza. Algunos días, pocos, los periódicos de mayor solera conseguían controlar sus impulsos combativos. El Sol de Madrid, fundado por Nicolás María de Urgoiti, se atrevía el día 21 a dar un atemperado 'El Gobierno ha dominado la rebelión militar'. Y La Vanguardia del 23 de julio intentaba también contenerse: 'Una columna de fuerzas leales marcha sobre los sediciosos de Zaragoza'. También en su mancheta seguía incluyendo el nombre de sus fundadores, los hermanos Godó.
Semejante contención provocaría muchas tensiones, como las que sufrió Manuel Chaves Nogales, director de Ahora, de Madrid, republicano sincero, que vivió hasta noviembre amenazado por los extremistas que consideraban sospechosa su sobriedad.
Fueron días de prensa de combate, de enrolamiento, que distribuía consignas con cada noticia. Eso sí, en la zona republicana hubo siempre polémicas, puntos de vista diversos. En la franquista, sólo algún choque soterrado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.