La voladura de un muro permite entrar en Gaza a 500 palestinos

Al menos 500 palestinos que llevaban días, y a veces semanas, retenidos en la terminal fronteriza de Rafah, entre Egipto y Gaza, lograron entrar ayer en la franja palestina.

Milicianos palestinos provocaron una explosión en el muro de la terminal cerrada desde que Israel lo ordenó tras la captura de su soldado Guilad Shalit. En el boquete abierto se precipitaron inmediatamente varios centenares de palestinos que pudieron así, por fin, regresar a sus hogares.

Mientras esperaban para entrar en Gaza fallecieron, estas últimas semanas, al menos ocho palestinos. Son personas que generalmente viajan a Egipto para someterse a un tratamiento o ser operadas y su estado de salud suele ser delicado por lo que la prolongada espera en la terminal acabó provocándoles la muerte.

El Ejército israelí se retiró, por otra parte, de dos localidades -Deir el Balah y Jan Yunis- que ocupaba en el centro de Gaza. Aún así no cejó en su actividad en la zona con sendos ataques aéreos contra las oficinas de unos abogados de Hamás y el domicilio de unos de sus diputados.

En círculos palestinos se atribuye el repliegue militar israelí a la necesidad de reforzar la zona norte del país para hacer frente a la ofensiva del movimiento libanés Hezbolá.

"Los soldados se fueron de madrugada y nos dijeron que se iban a proteger el norte del país", relató a la agencia AFP Mansur Salem, un granjero palestino cuya casa fue convertida en un amasijo de ruinas por el Ejército.

Miles de palestinos se echaron ayer a las calles de las principales ciudades de la franja de Gaza para corear eslóganes de apoyo a Hezbolá y enarbolar su bandera junto con la de Líbano al tiempo que quemaban la de Estados Unidos.