"Iberia no puede competir con una mano atada a la espalda"
Enrique Donaire, 1954, Gabia Grande (Granada), ha tenido que afrontar como director general de Iberia una nueva huelga de pilotos que califica de "injustificada, insolidaria e ilegal". Donaire afirma que el colectivo de pilotos ha entendido al final que la creación de la compañía de bajo coste, Catair, no amenaza su empleo. La huelga, convocada para una semana, duró tres días, con un coste para la empresa de unos 18 millones de euros. Ahora toca la negociación del convenio colectivo, y el mensaje para los pilotos es que su capacidad de promoción depende de una mejora de la productividad.
Pregunta. ¿Quién ha ganado con la resolución del conflicto?
Respuesta. No hemos ganado ninguno y hemos perdido todos y, por supuesto, los clientes.
"Los pilotos de Iberia, en las actuales condiciones laborales, no pueden volar Catair. Para eso no habríamos creado otra compañía" "Con quien vamos a competir en el puente aéreo es con el AVE, que no tendrá que incluir en sus tarifas el coste de las infraestructuras"
P. Aparte de los costes de imagen, ¿cuáles fueron los costes económicos?
R. Cualquier conflicto de este tipo pasa factura, y hemos calculado que el coste económico directo será de unos 18 millones de euros, sobre los 30 millones si hubiera durado toda la semana. Ahora tenemos que recuperar la confianza de los clientes. Al final, hemos cancelado 900 vuelos.
P. ¿Cuáles fueron las causas reales del conflicto dentro del enfrentamiento larvado de los pilotos?
R. La huelga la planteó el SEPLA por el impacto que pudiera tener en el empleo la nueva compañía Catair. La empresa ha sido muy clara en este terreno. Antes, durante y después de la huelga les dijimos que no tendría ningún efecto sobre el empleo ni en ellos ni en ningún colectivo de Iberia. Por tanto, ha quedado demostrado que la huelga era injustificada porque se ha firmado lo que ya habíamos anunciado. Además, era insolidaria porque, al estar ligada la retribución de otros colectivos a los resultados, les ha perjudicado.
P. Entonces, ¿por qué se ha llegado tan lejos con una huelga en pleno verano?
R. Nunca lo hemos entendido, porque siempre dimos garantías para el empleo. Llevamos 14 meses con reuniones semanales explicando el plan director y dando el mismo mensaje. Entiendo que tiene que ver con preocupaciones legítimas de cualquier sindicato, pero que se pueden resolver en la mesa de negociación. La solución existía antes del conflicto ya que se ha plasmado en un documento que no mueve un ápice la postura de la empresa.
P. Sin embargo, ha tenido que intervenir el Ministerio de Fomento para desatascar el conflicto.
R. Nunca creímos que fuera necesaria la presencia de la Administración en el conflicto, pero como el objetivo era desconvocar lo más rápido posible por el impacto en la empresa y en los clientes y como para el SEPLA la mediación de Fomento era una garantía pues dijimos que adelante.
P. ¿Qué pasó para que en pleno enfrentamiento se desconvocara la huelga?
R. Creo que no pasó nada más que el SEPLA ha reflexionado sobre lo que estaba pasando. Estaban entrando en un camino peligroso para su sección sindical porque la huelga era claramente ilegal como les manifestamos. Los trámites para pedir que se declarara ilegal estaban en marcha.
P. ¿Hasta dónde estaba dispuesta Iberia a llegar si se hubiera declarado ilegal?
R. Nosotros ante una huelga ilegal estamos dispuestos a proteger hasta el final los intereses de accionistas, clientes y el resto de los trabajadores.
P. ¿Hasta el punto de despedir pilotos?
R. Hubiera sido una posibilidad, pero como no se ha llegado a ese punto, hablar sobre ello no nos aporta nada en este momento.
P. Una vez resuelta la huelga, hay que abordar el convenio colectivo con los pilotos.
R. Por supuesto que tenemos que negociar. Ya hemos mantenido, como dije, 14 reuniones y creo que, superada la huelga, hay que negociar en términos constructivos, ya que en la medida que la compañía crezca y mejore se beneficiarán de ello los pilotos.
P. Entonces, ¿cuáles son las claves de ese convenio?
R. La clave está en la productividad enlazada con el desarrollo profesional de los pilotos. Ésta es una empresa privada que tiene que ser rentable y si no es así tendremos problemas como cualquier empresa.
P. ¿Se han variado los planes de Catair?
R. Continuamos con los planes iniciales. Catair es una gran apuesta por Cataluña, la mayor apuesta del sector aéreo en 15 años. Yo no la definiría como de bajo coste, ya que compartirá códigos con Iberia y operará en aeropuertos principales, por tanto, es un modelo híbrido que será muy eficiente y productivo para dar la batalla a Ryanair y Easyjet, con precios entre medias de las dos. Catair tendrá 10 millones de pasajeros a final de 2008 y hará 50 rutas.
P. ¿Los pilotos de Iberia volarán Catair?
R. Eso ha quedado claro. Los pilotos de Iberia en las actuales condiciones laborales no pueden volar Catair. Para eso no habríamos creado otra empresa. La promoción de los pilotos de Iberia está en el plan director. Hemos garantizado que las vacantes de largo se cubrirán con el medio radio y que la clave está en crecer por la vía de la productividad. La promoción de los pilotos está ligada al crecimiento de la flota, y queremos doblarla en 10 años.
P. ¿Qué condiciones tendrán los nuevos pilotos de Iberia?
R. Nosotros estamos dispuestos a invertir incluso más de lo que dice el plan director para crecer y ganar en productividad, pero las condiciones laborales de los pilotos que se incorporen a Iberia deben cambiar. Es un problema complejo que necesita maduración, pero Iberia no puede competir con una mano atada a la espalda.
P. ¿Qué planes tienen para el Puente Aéreo entre Madrid y Barcelona? ¿No le hará la competencia a Iberia la nueva Catair?
R. Más que con las compañías de bajo coste vamos a competir con el AVE, que será un competidor formidable porque en sus tarifas no tendrán que incluir el coste de las infraestructuras, que son públicas. Nosotros vamos a plantear batalla al AVE y mantendremos los 40 vuelos diarios aunque en lugar de aviones de 200 plazas, serán de 160 plazas.
P. ¿Cómo han vivido los accionistas del núcleo estable de Iberia este momento de tensión?
R. Ellos han hecho una inversión y no hay ataduras formales para mantenerla. Saben que el sector aéreo está en una fase de rápida reestructuración y quien no se adapta a los cambios tendrá problemas. Iberia debe seguir dando beneficios como ha hecho en los últimos 10 años.
P. ¿La alianza con Airways va hacia la fusión?
R. La alianza está dando frutos para ambas partes. Por ahora no se plantean nuevos pasos. Es lógico que haya fusiones como en otros sectores, pero falta definir la regulación aérea entre Estados Unidos y la UE.
P. ¿Cómo van las negociaciones con las agencias de viajes?
R. Somos sensibles a las agencias. No hay nada decidido, pero serán comisionistas aunque falta por definir la cuantía de esa comisión.
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