Sophie Marceau se estrena como mujer fatal

Anthony Zimmer tiene un secreto, y, como contrapartida, un punto débil que amenaza con dejarlo al descubierto. El misterio le rodea -a la fuerza- porque es un estafador impertérrito que sólo se comunica a través de los anuncios por palabras del diario Herald Tribune (porque se publica en todo el mundo). Su debilidad, como no podía ser de otra manera, es Chiara, femme fatale que interpreta la actriz francesa Sophie Marceau. "Ya me tocaba interpretar un papel así, de una mujer femenina y con glamour, si no lo hacía ahora ya iba a ser demasiado tarde", explicó Marceau en Madrid ante media docena de periodistas que no se acababan de creer que, a esas alturas -Marceau cumple 40 años el próximo mes de noviembre-, todavía no hubiese interpretado un papel de esas características. "Creo que me habían propuesto este tipo de papeles a los 20 y a los 30, pero en esos años yo era una actriz más dramática, tenía otras cosas que decir", se justificó.

El secreto de Anthony Zimmer comienza con una situación clásica que rezuma a Hitchcock: un hombre normal y corriente, que interpreta el actor francés Yvan Attal -de escaso atractivo, divorciado, de profesión poco excitante-, se encuentra en un tren con una mujer sublime -misteriosa, bella, elegante-. Ella le presta atención y él no puede creerse su suerte, aunque sí que parece empezar a creer en las casualidades. Ahí arranca la intriga. Y es que el director Jérôme Salle pide en sus notas que la prensa le ayude a mantener el misterio que recorre la trama de su primer largometraje y no desvele más de lo necesario.

Precisamente fue esa trama la que convenció a Marceau. "El guión es muy lineal, simple, limpio, y esas características son difíciles de encontrar. Es muy claro, no pasan 40 cosas a la vez", señaló. Obviamente, también su papel. Chiara le gustó desde el principio. "Sólo puedo interpretar a alguien con quien me apetecería estar una noche charlando". Tras apuntar las virtudes del filme y del director novel, reconoce que al principio tuvo sus reservas, pero le sorprendió la seguridad y el control que desplegó Salle durante el rodaje. A pesar de ello, la actriz se atrevió a ponerle una pega a El secreto de Anthony Zimmer: "Quizá la intriga policiaca hubiera merecido un poco más de trabajo".

Aunque asegura que en cuestión de géneros no tiene preferencias, también ha elegido el thriller para su segunda película como directora (la primera fue Parlez moi d'amour, que se estrenó en Francia en 2002). "Llevo tres años escribiendo el guión y empieza a parecerse a algo". Lo define como un thriller psicológico, con muchos personajes y suspense que protagonizará ella misma junto a Christopher Lambert y Vincent Pérez. Al contrario que en El secreto de Anthony Zimmer, la trama de su largometraje no será ni lineal, ni limpia, ni sencilla. "Yo no tengo esa capacidad de síntesis".