El Gobierno ha logrado aprobar 51 de las 60 leyes previstas en el Pacto del Tinell

A Pasqual Maragall le gusta repetir que su Gobierno ha hecho más en dos años y medio que el de Jordi Pujol en sus últimos cuatro años. Y si bien la omnipresencia del debate del Estatuto dificulta comparar la actividad legislativa del actual Gobierno con la del anterior, lo cierto es que el Ejecutivo de Maragall ha logrado aprobar 51 de la sesentena de leyes previstas en el Pacto del Tinell. También es cierto que, frente a las 51 leyes de esta legislatura, en la anterior se aprobaron 107 y que en la carpeta de temas pendientes quedan normas tan sustanciales como la de vivienda y la de servicios sociales.

El pleno del Parlament se reunirá hoy por última vez en esta legislatura con un maratoniano orden del día que incluye la votación de seis proyectos de ley, una cifra extrarodinariamente alta en una legislatura marcada por una escasa productividad legislativa, sobre todo en su primer año y durante la larga tramitación del Estatuto. Hoy habrá votaciones de calado, como la referente a la modificación de la ley de cajas y la de prestaciones económicas de asistencia social. "A pesar de lo que se ha dicho, este Gobierno ha tenido una producción legislativa notable, desde la Ley de Barrios hasta el cambio de reglamento del Parlament, que pone orden a su funcionamiento", destaca Miquel Iceta (PSC).

El Pacto del Tinell, suscrito por el PSC, ERC e ICV en diciembre de 2003 como hoja de ruta del Gobierno tripartito, requería la aprobación de una sesentena de leyes para desarrollarse. Al final, contando el Estatuto y las que se aprobarán hoy, las leyes que han visto la luz habrán sido 51, "y ello teniendo en cuenta que esta legislatura sólo ha durado 29 meses, el 60% de lo que es habitual", recuerda Joan Ridao (ERC) para restar importancia al bajo número de leyes aprobadas en comparación con las 107 de la última legislatura de CiU.

En opinión del portavoz republicano, en las últimas legislaturas de Jordi Pujol hubo un "claro inflacionismo legislativo a base de aprobar leyes que sólo eran pequeñas modificaciones de algunas ya existentes".

El convergente Felip Puig sostiene todo lo contrario. "Ha sido una legislatura tan zarandeada que no la salva ni el Estatuto", mantiene el portavoz de CiU, quien rechaza cualquier acusación de inflacionismo de los gobiernos de la federación nacionalista. "El problema de este Gobierno no ha sido sólo su parálisis, también ha hecho perder la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y bajar la autoestima de los funcionarios", remachó Puig.

Para Joan Boada, portavoz parlamentario de ICV, la actividad legislativa, en especial la de este último año, ha sido "muy importante" . Sin embargo, el dirigente quiso denunciar el "filibusterismo" de los partidos de la oposición, que en su opinión ha impedido que proyectos clave del Tinell, como la ley de la Vivienda y la del Memorial Democrático, no hayan podido ver finalmente la luz.

Mucho más negativo se mostró el portavoz del PP, Francesc Vendrell, quien consideró que el Estatuto se ha llevado por delante los puntales políticos del tripartito (la ley electoral, la división territorial, la Eurorregión), al propio Gobierno y a su presidente.