La fiscalía solicita penas menores para los franceses de Guantánamo

La fiscal Sonya Djemni-Wagner solicitó un año de cárcel -por lo que no deben ingresar en prisión- para cinco de los seis franceses detenidos a finales de 2001 por las fuerzas de EE UU en la frontera entre Afganistán y Pakistán, llevados a Guantánamo y repatriados a Francia entre 2004 y 2005. Los seis están siendo juzgados en el Tribunal Correccional de París, acusados de asociación de malhechores con fines terroristas. Contra el sexto no pidió prisión. "Jamás defenderé Guantánamo, que permite detener a hombres fuera de todo marco legal", dijo la fiscal.

En el juicio, los acusados insistieron en que viajaron a Afganistán no para unirse a Al Qaeda, sino por razones como el deseo de aventura o la decisión de vivir en un país que aplicaba la ley islámica. Uno de ellos admitió incluso que fue llevado a un campo de entrenamiento en el desierto sin que le hubieran advertido de lo que tenía que hacer y que, en una ocasión, el mismísimo Osama bin Laden visitó el lugar sin que él supiera que era alguien tan importante.

Tras la intervención de la defensa, el caso quedará hoy visto para sentencia. Tres de los acusados han presentado denuncias ante varios tribunales franceses por secuestro y tortura durante su estancia en Guantánamo.