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Reportaje:Conflicto laboral en el sector aéreo

"Nadie nos avisó de que había huelga"

La primera jornada de paro deja tirados en tierra a pasajeros desinformados o con las conexiones anuladas

Ningún incidente. Ésta fue la frase más repetida ayer por el personal de Iberia en la T4 en Barajas, el aeropuerto donde más cancelaciones ha habido, y en el Prat de Barcelona, el segundo. Aunque la falta de incidentes era la tónica general, muchas personas se han visto y se verán afectadas por la huelga de pilotos de Iberia. Cerca de 200.000 en toda España en la semana del 10 al 16 de julio, según la compañía.

Muchos de los pasajeros, bien informados, se habían quedado en sus casas, aunque teniendo que sacrificar algún día de vacaciones o que llegar con retraso a sus trabajos.

El resto, los peor informados o los que venían de vuelos con enlace, acudieron al aeropuerto y se encontraron con una cancelación que no esperaban. Así le ocurrió en Barajas a varios pasajeros, en un día en el que hubo en total 182 cancelaciones.

Los retrasos en los vuelos vienen sucediéndose desde principios de mes
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Los pilotos mantienen la huelga pese a que Iberia les asegura que no habrá despidos

"¡Es vergonzoso! Pensábamos que nuestro vuelo iba a salir sin problemas", protesta frente a un mostrador de la T4 una joven en voz alta. La huelga ha pillado a Nuria Trullas, en pleno viaje de novios. Iba con su pareja, Ismael Antequera, a México desde Barcelona haciendo escala en Madrid. Pero la cancelación del vuelo de Barcelona les retrasó y les hizo perder el que iba a México desde Barajas. Ahora tienen que esperar un día hasta coger un nuevo avión.

"Nadie nos avisó de que nuestro vuelo estaba cancelado. Incluso miramos en Internet los vuelos cancelados y el nuestro no estaba", protestan. Iberia, sin embargo, sostiene que se ha hecho un esfuerzo notable por avisar a los pasajeros, mediante e-mails y llamadas telefónicas.

"Ni siquiera quieren hacerse cargo del hotel", protesta Nuria indignada. Pero en esto probablemente tampoco tengan suerte. La organización de consumidores y usuarios (OCU) explica que en caso de huelga la aerolínea no tiene legalmente por qué hacerse cargo del alojamiento.

"Yo llevo dos horas en el mostrador de facturación y no ha venido nadie que tuviera el vuelo cancelado", comenta un miembro del personal de tierra de Iberia. Una vigilante de seguridad respalda esta afirmación. "No ha habido incidentes. Sólo algunos problemas por retrasos dentro de las salas de espera. Pero los retrasos llevan sucediendo desde principios de mes".

Algunos pasajeros probablemente no estén de acuerdo con tanto optimismo. Varias decenas hacen cola en los mostradores de Iberia y algunos escriben en los libros de reclamaciones claramente enfadados.

Un hombre con cara ojerosa seguido por un séquito de niños se mueve de un mostrador a otro nervioso. "Venimos de Santiago de Chile y vamos a Atenas haciendo escala en Madrid. Hemos llegado al aeropuerto y nos han dicho que había huelga. No teníamos ni idea", explica Esteban Estetopoulus.

Los 22 niños que van con él han sido invitados por el Gobierno griego a un campamento de verano. "Tengo sueño", se queja un niño. "Es que hemos llegado a las seis de la mañana en un vuelo de 12 horas y llevamos más de seis horas en el aeropuerto" explica Esteban. "Tengo a los niños repartidos en vuelos de Iberia y de Olympic Airlines, y todavía hay cuatro que no tienen billete", afirma.

La mayoría de los pasajeros que han tenido problemas venían de un viaje con enlace desde el extranjero, y desconocían que hubiera huelga.

En el aeropuerto de Barcelona, donde ha habido 80 cancelaciones, las colas frente a los mostradores de Iberia no cesaron en todo el día. Aquellos que desconocían la convocatoria de la protesta eran también en buena parte pasajeros que llegaron con un vuelo de enlace a El Prat. Iberia aumentó el personal de atención para intentar recolocar a los pasajeros.

Jaime Ferrer y María José Ivorra llegaron por la mañana de Montecarlo en barco y debían partir ayer por la noche hacia Alicante. En vez de pasar el día de visita por Barcelona, como habían previsto, tuvieron que hacer cola para asegurar su vuelta a casa, ya que la compañía les informó de que su avión no saldría. Como alternativa les ofreció otro vuelo a Valencia y desde allí una conexión con Alicante.

Carlos Márquez sí que sabía que había huelga pero, según explica, llamó repetidamente a Iberia durante el fin de semana sin que la aerolínea le llegara a plantear una solución para su vuelo cancelado a Málaga. Por ello decidió intentar realizar gestiones en el mismo aeropuerto, al que acudió con las maletas. "Si me lo solucionan no reclamaré indemnizaciones", comenta. Salvatore Raso, que debía llegar sin falta a Milán por la tarde para una reunión, iba más lejos. "Me tendrán que pagar el tiempo de trabajo que pierda".

A Sossio Capasso le ofrecieron la posibilidad de volver a Milán tres días después. Su lucha era encontrar un billete para ayer, porque al día siguiente debía trabajar.. El puente aéreo estaba tranquilo. Cerca de una cuarta parte de los vuelos se anularon, pero el número de pasajeros disminuyó notablemente, ya que los usuarios que no cambiaron de compañía optaron por retrasar sus viajes. Frente a las prisas de las personas que debían estar en su destino a tiempo, había caras relajadas de los usuarios que volvían de vacaciones.

Una joven espera con sus maletas en el aeropuerto de Barajas (Madrid).
Una joven espera con sus maletas en el aeropuerto de Barajas (Madrid).LUIS MAGÁN

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