En la sangre

Había cierta inquietud por saber cómo era la chica en concierto. Sus dos primeros discos no acababan de justificar el revuelo que se organizó en Brasil. Tenían razón quienes aseguraban allí que Maria Rita gana en directo: suele ser privilegio de los buenos.

Aunque la hija del mito -la cantante Elis Regina- y del pianista César Mariano entró algo tensa, disipó rápidamente los temores. La dinámica viene determinada por la estructura del grupo: un trío -aunque sean cuatro músicos- de piano, contrabajo y batería. Y están ese timbre vocal, la afinación precisa, su emisión limpia, y cómo deja caer ciertas notas, que recuerdan a su madre. Cuando canta Não vale a pena se parece tanto a ella que no extraña que más de uno sintiera un escalofrío al oirla.

Con el repertorio -algunas canciones parecen menores- quiere evidenciar el buen trabajo de compositores de su generación como Rodrigo Maranhão o Marcelo Camelo. Duda, ríe... Tiene 28 años y está empezando. Maria Rita no es Elis, pero lleva su sangre.