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Reportaje:

Más caros y más lejanos

El aumento de las importaciones de vehículos cada vez más lujosos agrava el déficit comercial

El proceso de adaptación a las condiciones y exigencias impuestas tanto por el mercado como por los efectos de la globalización y las directrices comunitarias en la industria automovilística española ha sido notable en los últimos años. Pero no lo ha sido menos su dimensión comercial en la que también se han producido cambios de gran calado. De entrada hay que tener en cuenta que sólo uno de cada cuatro automóviles que se vendieron en 2005 salieron de los 11 centros de producción instalados en España.

Y tampoco hay que olvidar que la red secundaria de distribución, junto a los concesionarios oficiales, está compuesta por más de 10.000 pequeñas y medianas empresas que generan 160.000 empleos directos y una cifra de negocio de 80.000 millones de euros anuales.

El desequilibrio sectorial entre enero y abril de este año es de 2.240 millones de euros, casi lo mismo que el registrado en el conjunto de 2005

Esta dimensión del sector ha sufrido también estrechamientos muy importantes en sus márgenes marcados en gran parte por los fabricantes. Hasta tales extremos que, según los concesionarios, en muchos casos no ganan dinero con la venta de coches nuevos, por lo que desvían su actividad hacia la financiación de las compras, los talleres de reparación (contratos de posventa) y los vehículos de ocasión. Para Antonio Romero-Haupold, "eso es algo nefasto, sobre todo para las marcas que más exigen con los coches nuevos, ya que terminan perdiendo mercado".

La pelea de los márgenes

Se trata de un fenómeno menos apreciable en las grandes ciudades y los grandes concesionarios, pero muy palpable en las redes instaladas en núcleos más pequeños de población. Según Romero-Haupold, en pueblos donde hay posibilidades de escoger entre tres o cuatro marcas, se crean redes de agentes que pueden vender algún coche nuevo, pero que fundamentalmente explotan la posventa, los kilómetros cero y el remarketing (coches con seis meses provenientes de las empresas de alquiler o de renting). "El coche nuevo le deja una comisión de 150 o 200 euros, según el segmento de que se trate, mientras que en el usado alcanzan entre 1.500 o 2.000, según el modelo. Algunas marcas están perdiendo sus redes y un montón de ventas. Cuanto más estrechan los márgenes a los concesionarios, venden menos. Hay también algunos que ya se han dado cuenta y están ofreciendo más margen".

El origen de la situación hay que buscarlo, según el presidente de Aniacam, Germán López, en el exceso de capacidad de producción instalado que "lleva a una política de forzar ventas a la red de concesionarios con kilómetros cero y a vender a los alquiladores con pactos de recompra anteriores a la fecha de pago". En este último caso, además, "las provisiones dotadas suelen ser insuficientes, lo que daña el valor residual del automóvil e impide subir el precio de una forma sana".

En una consideración más amplia, según el presidente de Aniacam "el automóvil debe reinventarse si quiere sobrevivir."

Durante el año pasado los fabricantes vendieron más coches y ganaron mucho menos dinero, y en la primer mitad de éste, los concesionarios están vendiendo menos coches al mismo tiempo que aumentan su facturación.

Según Faconauto, la potencia media instalada en los coches vendidos en mayo fue de 116,68 CV, un 2,7% superior a la del mismo mes de 2005. El tamaño de los mismos también aumentó casi un 1%, y el precio medio del coche vendido fue de 21.373 euros, un 3,4% más que en mayo de 2004.

A los españoles nos gustan cada vez más los coches más caros que se fabrican fuera de nuestras fronteras, lo que provoca un claro déficit de la balanza comercial del sector por segundo año consecutivo. En el primer cuatrimestre, según datos del Ministerio de Industria, el valor de las exportaciones ha sido de 10.677 millones de euros, el 19,3% de las ventas totales españolas en el extranjero, mientras que el de las importaciones se ha aproximado a los 13.000 millones, un 15,5% de las compras totales y, lo que es más significativo, casi un 10% de incremento sobre el mismo periodo de 2005. El déficit sectorial entre enero y abril ha sido de 2.240 millones de euros, una cifra próxima a los 2.791 millones que se registraron en todo el año 2005.

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