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Reportaje:El conflicto de Oriente Próximo

"Estamos como en una prisión"

Amani Alí, de 42 años, trabaja en una ONG, y su familia posee un hotel

"El lunes solucioné los problemas para disponer de energía en el hotel. Pero ahora los vecinos se quejan del ruido del generador. Pero necesito el generador para mis huéspedes. Tengo dos opciones: o comprar otro que cuesta 5.000 dólares [3.900 euros] o poner una cubierta de madera para mitigar el sonido. Además, he tenido que enviar un taxi a una gasolinera de Beit Hanun, situada a más de 10 kilómetros, para comprar combustible. En Gaza no hay.

Me ha llamado mi hija pequeña, Nura, de 13 años, que está en Egipto en casa de mi hermano. Me ha pedido los certificados de estudios, pero no se pueden enviar. En mi trabajo es peor. Queremos instalar un mecanismo para videoconferencias con Cisjordania, porque Israel nos prohíbe viajar. Es la única manera de reunirnos con compañeros. La señora que viene a limpiar me pregunta si podría utilizarla para conocer a su nieta, que vive en Ramala. Pudo ir a la boda de su hija, pero desde marzo le deniegan el permiso. Cada día me pregunta si ya funciona la videoconferencia.

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Tenemos una granja en Beit Hanun, a metros de la frontera con Israel, y estamos muy preocupados por los parientes que viven allí. Nuestras tierras fueron arrasadas hace años, pero acabamos de plantar frutales y verduras. No podemos acercarnos al lugar. La última alegría que me llevé fue hace tres semanas. Encontramos un pozo de agua para regar. Ahora se echará todo a perder. Mi sueño era, mejor dicho es, tener la granja como lugar de descanso, en un espacio abierto. Así era hace 20 años.

Hoy jueves empieza el fin de semana [el viernes es el día sagrado en el islam]. Después de trabajar, quería visitar a parientes o amigos. O, al menos, pasear. Pero tengo miedo. El Ejército israelí avanzó anoche hasta Beit Lahia y hay muchos muertos. Mis hijas están aburridas y nerviosas, no pueden hacer nada en sus vacaciones.

El plan era unirnos a Nura en El Cairo y buscar una universidad para Lamis, que tiene 18 años. Quiero que estudien en Egipto. Pero Rafah está cerrado y hay una fecha límite para presentar las solicitudes. No creo que lleguemos a tiempo. También puede estudiar en Bir Zeit (Cisjordania), pero se necesita el permiso de Israel. Y si va a esta universidad es probable que no regrese a Gaza en cuatro años. Es un viernes de aburrimiento. Estamos como en prisión".

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Amani Alí.
Amani Alí.J. M. M.

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