Más que un 'cabrio'
El Eos es un descapotable basado en el Golf con un interior casi tan bien aislado como el de un coche cerrado. La posición de conducción es cómoda, con unos asientos envolventes y los mandos a mano. Pero lo mejor es que se conduce con el mínimo esfuerzo, tiene un tacto sedoso muy agradable y hace que el conductor se sienta a gusto enseguida, aunque con una visibilidad trasera escasa que se compensa con los sensores traseros de aparcamiento (de serie). Y es un coche muy completo porque puede alojar a cuatro personas de 1,75 metros sin muchos agobios.
Motor turbo de gasolina
La versión superior del Eos equipa un motor 2.0 de gasolina muy moderno, con inyección directa y turbo, que rinde 200 CV y va acoplado a un cambio manual de seis marchas. Sorprende por su suavidad, tiene fuerza desde apenas 1.000 vueltas y recuerda un poco por su empuje a bajo régimen a los turbodiésel, pero con una respuesta más progresiva y refinada.
El funcionamiento es muy ágil y agradable en todas las situaciones, e incluso en ciudad se puede circular en tercera casi sin reducir y reacciona al instante al acelerador cuando se necesita, algo que ofrecen pocos coches. En carretera es brillante y responde siempre bien, gracias en parte al buen escalonamiento del cambio. Pero aparte de mantener el ritmo de crucero elegido a punta de acelerador, es un coche rápido que sube y adelanta con nervio.
El consumo varía mucho según el estilo de conducción. A ritmos suaves apenas pasa de nueve litros y sube a 11-12 en ciudad. Pero si se conduce con acelerones bruscos puede pasar de 13 litros.
Comportamiento deportivo
El comportamiento es parecido al de los GTi, sobre todo con el techo cerrado, que aumenta la rigidez de la carrocería. Las suspensiones de la versión 2.0 TFSi son deportivas, rebajan 15 milímetros la altura de la carrocería y se completan con unos neumáticos más anchos (235/45/17). Este conjunto aporta una estabilidad noble y eficaz en cualquier trazado, en especial en pisos en buen estado. Circula con mucho aplomo en carreteras amplias y autopistas, es ágil en las curvas y obedece al volante con más precisión que otros cabrios. Pero aparte de balancear lo justo, no tiene los chirridos habituales hasta hace poco en los cabrios.
Sólo en pisos deteriorados, y sobre todo con el techo abierto, se aprecia que el chasis flexiona un poco y provoca algunas vibraciones. Y como no es tan estable y eficaz como cuando se circula cerrado, invita a bajar el ritmo. A cambio permite disfrutar conduciendo al aire libre, porque viene de serie con un deflector cortavientos que, aunque anula las plazas traseras, permite viajar descapotado sin acusar las turbulencias.
El Eos es un descapotable cómodo, divertido y seguro: equipa unos buenos frenos, un ABS preciso y un ESP que reduce al mínimo el riesgo de derrapaje.
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