El PRD acusa a la autoridad electoral de haber seguido directrices políticas
El partido de López Obrador llama a sus partidarios a manifestarse hoy en México
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) calienta motores en su estrategia para revertir los resultados electorales. Marcelo Ebrard, recién elegido alcalde de Ciudad de México, acusó ayer al Instituto Federal Electoral de haber manejado el recuento oficial con criterios políticos. Ebrard dijo que impugnarán ante los tribunales "unas 30.000 o 40.000" mesas, y justificó la convocatoria a sus seguidores, hoy en la plaza del Zócalo capitalino, porque "es la única forma de comunicarse con ellos". El PRD insiste en que es una "asamblea informativa", sin intención de presionar en la calle.
La formación izquierdista rechaza el recuento oficial, que dio la victoria al conservador Felipe Calderón por casi 250.000 votos (un 0,59%), porque las autoridades electorales se negaron a efectuar un nuevo escrutinio "voto por voto" y se limitaron a sumar las actas.
Las papeletas, de hecho, ya se habían contado una a una en las propias mesas electorales al concluir la votación, el 2 de julio, bajo la supervisión de los representantes de los partidos políticos. Los resultados quedaron consignados en actas firmadas y las papeletas se guardaron en cajas selladas. Así las cosas, la ley electoral sólo permite la apertura de las cajas y el recuento "voto a voto" en supuestos muy concretos, como que los paquetes sellados estén deteriorados, o que las actas de una mesa no coincidan con las actas que tienen el IFE y los partidos políticos, por ejemplo. Así se hizo en alrededor del 5% de las mesas.
Marcelo Ebrard, sin embargo, dijo que el IFE tomó "una decisión política" al no realizar un nuevo recuento voto a voto generalizado y ceñirse a "los casos marcados por la ley". Insistió en que la cuestión "estaba sujeta a interpretaciones" y rechazó las imputaciones lanzadas desde el Partido Acción Nacional (PAN), que acusó al PRD de intentar anular las elecciones mediante la apertura ilegal de los paquetes electorales, tal y como ocurrió en las elecciones locales de Tabasco en el año 2000.
"No es una trampa", respondió Ebrard, uno de los hombres de confianza del candidato perredista, Andrés Manuel López Obrador. "Es común que haya errores en las casillas [mesas], deliberados o no, por lo que hubiera sido bueno más flexibilidad, sobre todo cuando los márgenes son tan estrechos". Ahora, la vía que les queda es el recurso al Tribunal Electoral. Cuando terminó el escrutinio, el 2 de julio, el PRD presentó objeciones en 300 mesas (de un total de 130.000). Ayer Ebrard anunció que impugnarán "30.000 o 40.000" mesas, sobre todo de Estados del norte, centro y occidente de México, donde el PAN obtuvo más votos.
Tribunal Electoral
"No esperamos que el Tribunal anule la elección, porque no puede, sino que determine en qué casillas se cuentan de nuevo los votos", afirmó. ¿Y si el Tribunal Electoral confirma el resultado? "Ya veremos", agregó. Pese a las quejas, Ebrard no quiso hablar de fraude. "Eso sería otra cosa muy distinta".
El nuevo alcalde capitalino, que resultó elegido por un amplio margen, se empleaba ayer a fondo en la convocatoria que el PRD ha hecho hoy a sus seguidores en la plaza del Zócalo de la Ciudad de México. El partido insiste en que se trata de una "asamblea informativa" y que no tiene intención de presionar en la calle.
"Es la única manera que tenemos de informar a nuestros simpatizantes, de comunicarnos con ellos", dijo Ebrard. En el mitin de hoy les darán las directrices políticas. "Vamos a establecer una ruta crítica. Con la movilización no sustituyes el proceso jurídico, pero no podemos dejar de convocar a nuestra gente".
Por otro lado, varios expertos de empresas encuestadoras como Ulises Beltrán, Consulta Mitofski o GEA-ISA rechazaron ayer que pudiera hablarse de "sorpresa" o "vuelco electoral" en el proceso de recuento. Los partidos conocían los resultados desde el primer momento, puesto que tenían las actas del escrutinio. El recuento oficial concluido el jueves sólo ratificó, dicen, lo que ya se sabía.
La mayoría de los conteos rápidos, señalaba Ulises Beltrán, daba ganador a Calderón por un punto, resultado que se repitió en el recuento preliminar provisional, que al no haberse completado arrojó una distancia mayor (400.000 votos) a favor del candidato conservador.
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