El arzobispo de Burgos dice que la familia es "atacada por una corte de becerros del poder"

Fundadores de movimientos que son hoy un nervio muy visible de la Iglesia romana - Focolares, Kikos, Opus, Comunión y Liberación, Legionarios de Cristo- acaparan estos días el Congreso Teológico y animan con sus peculiaridades el V Encuentro Mundial de las Familias. Paralelamente, los obispos españoles siguen presentando libros con su doctrina. Ayer lo hizo el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, que acusó al poder de "atacar con odio" a la familia.

Gil Hellín fue, hace apenas cuatro años, el primer prelado del Opus Dei en España, directamente llegado a Burgos desde Roma, donde era alto funcionario de la curia. Ayer presentó en el V Encuentro Mundial de las Familias, que se desarrolla en Valencia, el libro Encuentros mundiales de Juan Pablo II con las familias, editado por la Conferencia Episcopal, con nueve discursos y homilías del anterior pontífice. "La familia es atacada con odio por toda una corte de becerros del poder, del dinero y del placer que no toleran que sea un dique de contención ante quienes van contra la ley natural", dijo.

El prelado también afirmó que en España "se han agudizado los ataques en un intento predeterminado por destruir la familia, de borrarla del mapa político". "En los ochenta ya se intentó borrar la palabra familia, pero como no fue eficaz, se intenta ahora diluir su contenido específico. Uno de esos intentos es modificar y debilitar la comunión de hombre y mujer, disolviendo su complementariedad y asegurando que en cualquier momento se puede disolver el vínculo del matrimonio", resumió.

Estos días están llenando de contenido y color el Congreso Teológico de este V Encuentro los fundadores -o sus segundos- de los grandes movimientos: Kiko Argüello, de Camino Catecumenal; Graziella de Luca, del Movimiento de los Focolares; Julián Carrón, el sacerdote español que lidera la Fraternidad de Comunión y Liberación tras la muerte de su fundador, Luigi Giussani, y Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, entre otros.

Hoy le toca el turno al padre Álvaro Corcuera Martínez del Río, el sustituto del fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel, al que Roma acaba de retirar manu militari por las muchas acusaciones de pederastia que pesan contra él.