Los Mossos buscan a una asesina en serie de mujeres ancianas
Las tres víctimas vivían solas y fallecieron de muerta violenta
Los Mossos d'Esquadra tratan de localizar en Barcelona a una asesina en serie de ancianas. La supuesta asesina se ha cobrado al menos tres víctimas en poco menos de tres semanas. La última de ellas tenía 76 años y fue encontrada muerta en su domicilio de la calle de Muntaner, en el Eixample barcelonés. Las tres mujeres vivían solas y fueron asesinadas de manera violenta.
La asesina en serie podría ser una mujer de entre 45 y 55 años, educada y bien vestida, que contacta con las víctimas en la calle con cualquier excusa y que, valiéndose de su capacidad de seducción y de persuasión, es capaz de ganarse la amistad de las ancianas, entrar en sus casas e incluso hacerse con las llaves del domicilio de sus víctimas, aseguraba ayer un portavoz de los Mossos d'Esquadra.
La primera de la víctimas fue localizada muerta en el salón de su casa, en la Via Júlia de Barcelona, el pasado 10 de junio. Se llamaba Josefa C. V. y tenía 83 años. En circunstancias prácticamente idénticas la policía localizó el pasado 30 de junio a la segunda víctima en su domicilio, en la calle de Villarroel. El tercer caso fue descubierto el domingo, también en el piso de la víctima, en la calle de Muntaner, en la misma zona de Barcelona donde se produjo el caso anterior.
"No sabemos delante de quién nos encontramos, aunque tenemos ciertas sospechas, abiertas a raíz de las investigaciones iniciadas con el primer caso. No estamos seguros del todo, pero creemos que la autora de los tres asesinatos es la misma persona", afirmaba ayer un portavoz del cuerpo policial de la Generalitat, al tiempo que pedía el apoyo de los ciudadanos para que aporten cualquier dato que pueda conducir hasta la asesina, frenar sus fechorías en serie y tranquilizar a los ciudadanos. La policía pide en su llamamiento que la ciudadanía la informe sobre cualquier comportamiento que parezca sospechoso.
El móvil no es el robo
"Hemos descartado el robo como motivo de las muertes", señalaba el portavoz policial, quien recalcó que no se han echado en falta objetos valiosos en las casas de las víctimas, lo que haría pensar en esta razón para llevar a cabo los asesinatos en cadena. Tampoco se encontraron huellas de que las puertas de los domicilios hubieran sido violentadas. La policía no descarta ninguna posibilidad, incluso que la autora de las muertes pueda ser una psicótica que actúa por razones imposibles de aventurar por el momento.
La policía trabaja a contrarreloj, según se desprende de una nota policial difundida ayer en la que se recalca, por ejemplo, que a la operación de búsqueda de la asesina hay destinados un número importante de agentes. Pero además los Mossos d'Esquadra tratan de preservar las investigaciones con un hermético silencio, que les ha llevado incluso a no desvelar el nombre de pila ni las iniciales de las dos últimas víctimas, y a negarse a dar pistas que permitan conocer sus domicilios.
El cuerpo de la anciana que se encontró muerta el domingo se encontraba ayer en el Instituto Anatómico Forense, en el hospital Clínico de Barcelona. En las próximas horas los médicos deberán redactar un informe sobre las circunstancias de su muerte y enviarlo al juzgado, que ha decidido blindar también los tres casos con el silencio, ya que ha sido decretado el secreto sumarial.
Una escueta nota informativa
Josefa C. V., de 83 años, fue la primera de la serie. Su cuerpo, con signos claros de violencia, fue encontrado en el suelo del salón de su casa, un modesto piso de la Via Júlia, en Nou Barris, barrio situado al pie de la sierra de Collserola. La nota del caso fue difundida por la policía horas más tarde. Aparentemente se trataba de uno de tantos casos de violencia doméstica. Tres semanas después, Josefa es, sin ninguna duda, la primera de las tres víctimas de una asesina en serie.
La víctima fue localizada el 10 de junio pasado por un familiar al que cada tarde solía visitar en su casa. Aquel día la anciana no acudió a su cita habitual, lo que levantó sospechas. Una serie de llamadas telefónicas que quedaron sin respuesta provocaron la intranquilidad de sus allegados.
Con una llave que tenían en custodia pudieron entrar en la casa. En el suelo del salón estaba la anciana asesinada. El mismo familiar que la encontró muerta fue el que inmediatamente llamó a los servicios de emergencia, y éstos, a su vez, recabaron el apoyo de los Mossos d'Esquadra.
Los primeros exámenes oculares de los agentes autonómicos permitieron asegurar que en la vivienda se encontraban todas las pertenencias de la mujer, por lo que se descartó en principio la hipótesis de un robo.
El caso del asesinato de Josefa C. V. mereció en los periódicos una escueta nota informativa, titulada en la mayoría de los caos de forma anodina y gris: "Una anciana hallada muerta con signos de violencia".
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