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El mejor 'reggae' africano brilla en La Mar de Músicas

Noche de reggae africano. Del mejor que pueda escucharse hoy día. Un marfilense y un surafricano trajeron el luminoso ritmo jamaicano a Cartagena: en francés y dioula el primero; en zulú e inglés el segundo.

Tiken Jah Fakoli (Costa de Marfil, 1968) lidera una banda de sonido pleno y energía desbordante. Música para despertar conciencias, su reggae militante se expresa en canciones como Le balayeur balayé (El barrendero barrido), Quitte le pouvoir (Abandona el poder) o Y'en a marre' (Estamos hartos): "Tras la abolición de la esclavitud / Crearon la colonización / Cuando encontramos la solución / Crearon la cooperación / Como denunciamos la situación / Han creado la globalización". Sus denuncias de corrupción y explotación le obligaron a exiliarse a Malí. Françafrique trata del lamentable papel de Francia en el expolio de parte de las riquezas de África: "Nos venden armas / Mientras luchamos unos contra otros / Roban nuestras riquezas / Y se dicen sorprendidos de que África esté siempre en guerra", canta. Héroe para muchos jóvenes de África Occidental, TJF es un soldado por la paz y la democracia, contra el racismo, la intolerancia, la injusticia, el colonialismo...

El reggae se propagó por África durante los años ochenta. Lo hizo tomando como base las antiguas colonias británicas y con las visitas de Jimmy Cliff o Bob Marley. De alguna forma, regresaba a casa, como predicaba la doctrina de Marcus Garvey. Y se convirtió en un arma de crítica a gobiernos corruptos, incompetentes y autoritarios. Fueron los conciertos de Jimmy Cliff y Peter Tosh por su país, en 1981, los que despertaron la pasión de Lucky Dube (Suráfrica, 1964). Un reggae combativo contra el apartheid con discos como Victims o Prisoner. Dube, que llena estadios, no ha dudado en cuestionar comportamientos de los nuevos gobernantes surafricanos.

Festivo, exuberante y luminoso, el reggae de Tiken Jah Fakoli, seguidor de Marley y Burning Spear, remite a las raíces con una rítmica colosal. El más melódico de Lucky Dube, cuyo timbre de voz puede recordar al de su admirado Peter Tosh, juega con tres vocalistas al estilo de las I-Threes y se relaciona con el mbaqanga [música de los guetos de Johanesburgo]. Ambos artistas consiguieron vencer todas las reticencias de los jamaicanos y se han ganado su respeto. Reggae insuperable.

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