El nuevo reparto de competencias

El Estado central recibirá en virtud de la reforma aprobada ayer la competencia exclusiva sobre expedición de pasaportes y documentos de identidad, empadronamiento, armas y explosivos, energía nuclear y la protección del patrimonio cultural alemán. Además, coordinará a la policía de lo criminal (BKA) en la lucha antiterrorista. Éstos son otros cambios:

- Régimen y sueldo de funcionarios. Pasará a ser competencia exclusiva de los Estados federados. Los länder más pobres temen que los más ricos les quiten los funcionarios mejor cualificados ofreciéndoles sueldos más altos.

Prisiones y residencias de ancianos y enfermos. Los Estados federados no sólo podrán legislar, sino que también tendrán que financiar estos establecimientos, con lo que se teme que la calidad difiera entre Estados ricos y pobres.

- Enseñanza. Los Estados federados reciben las competencias íntegras sobre la enseñanza en los colegios, de modo que el Estado central ya no podrá ayudar con financiación suplementaria, que le daría derecho a opinar. En el caso de las universidades, el Estado central podrá contribuir a la financiación de la investigación.

- Medio Ambiente. El Estado central elaborará un código federal único sobre Medio Ambiente, pero los Estados federados podrán desviarse de éste en áreas concretas.

- Unión Europea. La representación de los Estados federados ante la Unión Europea se reduce a los asuntos que conciernan a la educación escolar, cultura, radio y televisión. El Gobierno federal recupera así derechos de representación que se habían apropiado los Estados federados.

- Disciplina presupuestaria ante la UE. En caso de sanciones por el incumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que impide superar el 3% de déficit, el Estado central sólo pagará el 65% de la multa, mientras que los Estados federados -también responsables del déficit- cargarán con el 35%.

La regulación de la hostelería, el derecho de manifestación, la prensa, la caza y el horario de los comercios serán competencia en el futuro exclusivamente de los Estados federados.