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Reportaje:

La importancia de no olvidar

Neus Català, superviviente del exterminio nazi, presenta en la Universidad de Barcelona la Amical de Ravensbrück

Neus Català no es de las que abandonan la lucha. Nonagenaria, la superviviente de la barbarie nazi fue recibida ayer en el Aula Magna de la Universidad de Barcelona con la gente puesta en pie para rendirle homenaje en forma de aplauso. Acudía allí para dar un paso más en su pugna contra el olvido: presentar al público la Amical de Ravensbrück, que preside con tanto tesón.

Català entró en aquella jaula poblada por la muerte en 1944. Fue un campo de exterminio concebido exclusivamente para las mujeres, aunque también perecieron entre sus muros miles de hombres. Las primeras deportadas eran mujeres alemanas y austriacas condenadas por conductas antisociales. Eso, en la Alemania gobernada por el nazismo significaba ser demócrata, de izquierdas, homosexual... Neus Català es la única superviviente española.

Sus palabras son una denuncia contra los totalitarismos, pero también un ruego para abonar el recuerdo. "Uno de los motivos principales para fundar la Amical de Ravensbrück parte del juramento que nos hicimos las deportadas y los deportados en el momento de la liberación de los campos de la muerte. Nos juramos que mientras viviésemos, explicaríamos todo lo que habíamos visto y sufrido", señaló Català, y añadió: "Son las mismas razones que me llevaron a defender la República y a luchar en la Resistencia francesa contra el fascismo. Esas razones son mi amor por la paz, la libertad, la tolerancia y la justicia social".

Las historias sobre el sufrimiento que padecieron los deportados de los campos de concentración nazis, aunque oídas una y otra vez, no dejan de sobrecoger. "Centenares de mujeres perdieron la vida como consecuencia de los experimentos médicos hechos por los SS en el campo de Ravensbrück. Muchas de ellas eran polacas, utilizadas como conejillos de indias".

Los enemigos a combatir no son sólo los negacionistas, los que afirman que el Holocausto nunca existió. Las caídas ruinas de Ravensbrück representan una metáfora de cierto afán frívolo por pasar página. "El motivo de la constitución de esta Amical no es sólo continuar la tarea de la recuperación de la memoria histórica, sino también la de conservar los restos de campos como el de Ravensbrück, que corre el peligro de desaparecer. Todas las barracas han sido ya derruidas. Sólo queda en pie el edificio de la Kommandatur, el de la prisión y los hornos crematorios", dijo Català.

La homenajeada estuvo arropada por el consejero de Relaciones Institucionales y Participación de la Generalitat, Joan Saura, y numerosos amigos, como Joaquima Alemany y Anna Sallés, vicepresidenta de la Amical junto con el editor Miquel Horta. Entre el público se encontraba una nutrida representación de las denominadas "mujeres del 36", víctimas de la Guerra Civil española: María Salvo, Victoria Santamaria, Trinidad Gallego, Josefina Piquet... Otras luchadoras antifascistas no pudieron gozar de la misma suerte. Es el caso de Alfonsina Bueno, amiga que Neus Català quiso recordar en su parlamento. Bueno fue una de las mujeres españolas que murieron en la mesa de experimentos de sádicos como el SS Karl Gebhardt, supuesto médico y presidente de la Cruz Roja alemana.

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