Fractura de civilizaciones

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, llevó ayer hasta la Asamblea del Consejo de Europa la Alianza de civilizaciones, iniciativa que el mandatario copatrocina junto con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero. En un encendido discurso, Erdogan alertó de "la creciente polarización cultural y religiosa que separa a la civilización occidental del mundo musulmán". La declaración la efectuó durante una sesión consagrada a la libertad religiosa y de expresión.

Ante parlamentarios de los 46 países miembros del organismo encargado de velar por los derechos humanos en Europa, Erdogan volvió a sacar a la palestra la ya olvidada crisis de las caricaturas del profeta Mahoma publicadas por un periódico danés, que según consideró, "revela el estado de la sociedad contemporánea, que se enfrenta a un problema más profundo, que va más allá de la falta de respeto de los valores religiosos". Ese problema, según el hombre que dirige el país de más de 70 millones de habitantes que aspira a formar parte de la Unión Europea, tiene que ver con el aumento de "una islamofobia que gana terreno". "La libertad de expresión no puede ser entendida como libertad de insultos", sentenció.

Antes de adentrase en terrenos teológicos y de dedicar grandes alabanzas "al amor a las criaturas que profesa el creador", terminó de dibujar el panorama sombrío que a su juicio rige las relaciones entre Oriente y Occidente. "Tras el 11 de septiembre veo una línea divisoria en el mundo que los extremistas de ambos lados explotan". Y sin mencionarlo expresamente, Erdogan dedicó duras palabras al modelo de inmigración francés, basado en la asimilación de los valores del país de acogida, ley del velo incluida. "Hay que buscar una manera de integrar a los que viven en guetos. Hay que poner fin al aislamiento y a los prejuicios", estimó Erdogan en alusión a la reciente crisis que incendió literalmente las periferias francesas, habitadas en gran medida por ciudadanos musulmanes. "En lugar de la asimilación, hay que intentar comprenderles [a los inmigrantes y sus descendientes] y ayudarles a florecer en la sociedad en la que viven", defendió el mandatario turco, para quien la Alianza de Civilizaciones "se trata de todo esto".