_
_
_
_

El primer ministro de Timor Oriental dimite tras dos meses de crisis

Alkatiri cedió al ultimátum del presidente

Tras casi ocho semanas de grave crisis política y social, el primer ministro de Timor Oriental, Mari Alkatiri, dimitió ayer de su cargo. Lo hizo, contra la opinión de su partido, aceptando el ultimátum lanzado por el presidente de la República, Xanana Gusmão. Musulmán y acusado de marxista, Alkatiri ha gobernado con mano firme durante cuatro años el jovencísimo país asiático, ex colonia portuguesa, independiente desde 2002.

La eficacia económica de Alkatiri, su transparencia en los asuntos energéticos, su laicismo y cierta arrogancia reconocida por él mismo han acabado sucumbiendo a la feroz presión ejercida desde hace un año por un heterogéneo frente formado por Australia; su propio ministro de Exteriores, José Ramos Horta, y la Iglesia católica.

En una breve declaración a la prensa, Alkatiri asumió ayer su parte de responsabilidad por la crisis que vive el país desde finales de abril, cuando 600 miembros de las Fuerzas Armadas desertaron del Ejército de 1.300 unidades tras acusar al mando de discriminación étnica. A los soldados rebeldes se unió una parte de la policía, y los enfrentamientos entre las dos facciones causaron más de 30 muertos y la huida de sus casas de 145.000 desplazados, todavía hoy refugiados en iglesias y sedes de ONG.

Tras verse obligado a pedir ayuda internacional a Australia, Portugal, Nueva Zelanda y Malaisia para garantizar la seguridad, el frío, impopular y paciente Alkatiri trató de mantenerse en el cargo hasta las elecciones de 2007 alegando que su salida podría causar un baño de sangre. El chaparrón ha sido tan fuerte que finalmente ha claudicado. Su digna carta de dimisión dice que dimite para "evitar la eventual renuncia del presidente", Xanana Gusmão, y que está listo para ayudarle a formar un Gobierno interino que dirija el país hasta 2007.

El popular ex comandante Gusmão deberá ahora optar por esa opción (que mantendría en el poder al partido de Alkatiri) o por disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas. El ministro de Exteriores y Defensa, José Ramos-Horta, dijo ayer que la hipótesis de adelantar las elecciones es difícil porque debe ser la ONU quien las organice.

Gusmão, héroe de la resistencia al invasor indonesio (periodo que Alkatiri, de 56 años, vivió exiliado en Mozambique) y uno de los fundadores del partido mayoritario de Timor, el Frente Revolucionario para la Liberación de Timor Oriental (Fretilin), había lanzado el jueves pasado un ultimátum a Alkatiri para que dimitiera, amenazando con hacerlo él mismo.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Sin poderes constitucionales para destituir al primer ministro, Gusmão acusó a Alkatiri y a su partido, el Fretilin (55 de los 88 diputados), de intentar un golpe de Estado, de gobernar según las ideas marxistas-leninistas y de haber conculcado las leyes al permitir que el último congreso del Fretilin, en mayo, eligiera a Alkatiri secretario general a mano alzada.

Ayer mismo, el primer ministro de Australia, John Howard, mostró su satisfacción con la dimisión de Alkatiri, informó la agencia AAP. "Creo que la decisión puede resolver las dificultades y el actual impasse", dijo el primer ministro australiano.

Mari Alkatiri.
Mari Alkatiri.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_