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El alcalde y vecinos de Portbou inauguran por su cuenta el túnel inacabado de la N-260

Los Mossos no tienen orden de cerrar la carretera, que acumula 16 meses de retraso

Tras una espera que algunos cifran en unos 30 años, la paciencia de los vecinos de Portbou se agotó súbitamente durante la pasada verbena de Sant Joan. A pesar de que todo indica que faltan muy pocos días para que el ansiado túnel de la N-260 entre Potbou y Colera se inaugure oficialmente al tráfico, un grupo de vecinos, a los que se añadió el alcalde de la población, Manuel Flores, decidió en la madrugada del viernes retirar los bloques de cemento que cerraban el paso y llevar a cabo, por su cuenta y riesgo, la ansiada inauguración de la carretera.

Flores admitió ayer que la población había recibido con una gran indignación la noticia de que la fecha límite que les había dado la Subdelegación del Gobierno, el 24 de junio, no se podría cumplir. La obra lleva ya unos 16 meses de retraso respecto a los plazos previstos inicialmente. El túnel del Coll del Frare, de 522 metros, tiene el aspecto de una obra flamante y recién terminada, pero falta una parte de la iluminación. Se trata de los denominados ojos de gato, unos reflectores de seguridad. Este es el motivo que alegaba Fomento para retrasar la apertura de la carretera.

Numerosos vehículos circularon ayer por el túnel sin contratiempo alguno. De hecho, el paso de vehículos por la carretera no constituye una novedad. Las vallas que cortaban el acceso debieron ser sustituidas recientemente por bloques de hormigón porque muchos vecinos las apartaban para pasar por el túnel. También se han registrado en fechas recientes diversos sabotajes a las instalaciones de la empresa que realiza las obras, actuaciones que muchos vecinos califican como "venganzas" por los retrasos.

Los Mossos d'Esquadra aseguraron ayer que no habían recibido ninguna indicación de que la carretera no fuera transitable y no tenían previsto impedir el paso de vehículos. La última inauguración pospuesta se debió a que el alumbrado todavía no se había conectado a la red.

La nueva infraestructura es una reivindicación histórica del municipio, que intenta empezar a salir de un secular aislamiento motivado por su situación geográfica y las escasas inversiones en la mejora de sus comunicaciones. El túnel, del que se empezó a hablar hace más de 30 años, permite eludir unos tres kilómetros de curvas, algunas muy peligrosas, y abre la posibilidad de nuevas conexiones.

La fecha que ha anunciado la Subdelegación del Gobierno para la inauguración del túnel es el 29 de junio, festividad de San Pedro. La Administración central siempre ha recordado que la acumulación de retrasos se debe, en gran parte, a unos desprendimientos que obligaron a replantear parte de la obra, y que la carretera no se abriría al tráfico hasta que estuviera terminada en el último detalle. El alcalde, incrédulo ante tanta promesa incumplida, teme que la nueva fecha de apertura se posponga de nuevo: "Seguro que faltará la firma de alguien", dice. Ya antes de llevar a cabo la medida extrema de inaugurar el túnel por sorpresa, el alcalde había anunciado que, como forma de protesta, ni vecinos ni miembros de la corporación asistirían a la inauguración oficial.

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