Navarro-Valls, a la espera de relevo

Joaquín Navarro-Valls, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y, oficiosamente, portavoz papal, está a la espera de relevo. El médico y periodista español había expresado en numerosas ocasiones, incluso antes del fallecimiento de Juan Pablo II, su sensación de que su ciclo había terminado y su voluntad de dedicarse a otras cosas. Esta semana lo declaró en una entrevista a una cadena de televisión italiana: "He hecho saber al Papa, con todo el debido respeto, cuáles son mis deseos: después de muchos años, demasiados quizá, un cambio sería bueno para mí, pero haber acompañado a Benedicto XVI en su primer año de pontificado ha sido extraordinario".

Navarro-Valls cumplirá 70 años en noviembre y lleva ya 22 como encargado de las relaciones vaticanas con la prensa. Cuando el entonces número tres del Vaticano, el también español Eduardo Martínez Somalo, le ofreció el cargo en los albores de la era wojtyliana, Navarro-Valls era corresponsal en Roma del diario ABC. Su llegada supuso un gran cambio. Era el primer laico en ese puesto y modernizó el funcionamiento de la Oficina de Prensa.

Acerca del posible sucesor han circulado diversos rumores, todos desmentidos. Tampoco se conocen los planes de Navarro-Valls, que en la citada entrevista dijo carecer de proyectos para el futuro aunque expresó su deseo de permanecer en Italia. En algunas conversaciones personales, el aún portavoz ha comentado que le gustaría ordenarse sacerdote (como veterano numerario del Opus Dei, cuenta ya con toda la formación teológica); otros suponen que ingresará en el circuito de los conferenciantes de alto nivel; incluso hay quien le pronostica un destino como representante de la Santa Sede ante la ONU.