La tercera edad y los discapacitados suponen el 53% del gasto social
Instituciones y sector privado destinaron 1.196 millones en 2004
Las instituciones vascas y el sector privado destinaron un total de 1.196 millones de euros en el año 2004 para costear los gastos en servicios sociales en la comunidad autónoma, lo que supone un incremento de un 11,5% con relación al año anterior. La atención a las personas de la tercera edad y a los discapacitados supusieron el 52,8% del total, hasta superar la cifra de los 630 millones de euros.
Los datos corresponden al último estudio realizado por el Instituto Vasco de Estadística-Eustat sobre los servicios sociales. Las administraciones corrieron con el 70% del gasto (838 millones), mientras que el sector privado aportó el 30% restante. Dentro del gasto público, los usuarios contribuyeron con 169 millones en pago por los servicios recibidos. El gasto medio anual por habitante se situó en 562 euros, de los que 393 procedieron de fondos públicos. Álava mantiene un nivel de gasto superior a los otros dos territorios, con una media anual por habitante de 686 euros frente a 547 de Guipúzcoa y 482 de Vizcaya.
La tercera edad es el colectivo que más recursos demanda, con un gasto total de 345 millones. Desde los servicios sociales se atendió al 9% de los mayores de 65 años. Servicios residenciales, centros de día y atención domiciliaria constituyen el principal núcleo del gasto de un colectivo cada vez más numeroso y más dependiente. El País Vasco es la comunidad con la población más envejecida de España. El aumento de la esperanza de vida conlleva un mayor despliegue de recursos para los ancianos, que viven más, pero a veces con un estado de salud más delicado.
Oferta de plazas
Con una oferta de 14.430 plazas en residencias y viviendas comunitarias, la cobertura llegó a 3,7 plazas por cada 100 personas de más de 65 años, cifra similar a la del conjunto del Estado. La oferta se ha incrementado durante la última década a un ritmo anual del 4%. Las instituciones ofrecieron un 72% de las plazas, incluyendo las propias de titularidad pública y las privadas concertadas.
En cuanto a los centros de día, con 2.642 plazas han visto cómo se multiplica por cuatro su oferta en la última década. También se potenciaron las opciones para que los ancianos puedan seguir en sus casas y eviten en la medida de lo posible las residencias. La ayuda a domicilio supuso un gasto de 57,8 millones, lo que representó un coste medio anual de 3.036 euros por usuario y fue financiado en su mayor parte (90%) por el sector público.
La atención a los discapacitados es el segundo gran apartado del gasto, con 286 millones de euros y un crecimiento del 12,7% de 2003 a 2004. Las residencias para los minusválidos y los centros ocupacionales concentraron la inversión en dicho sector.
El conjunto de los servicios sociales empleó de forma directa ese año a 20.600 personas, el 2,2% de los ocupados en Euskadi. Siete de cada diez fueron mujeres. Además, hay que tener en cuenta el número de voluntarios, que en 2004 ascendió a 15.608 personas. Eso significa que un 13,1% más de personas trabajaron de forma desinteresada en este campo.
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