60 empresas participan en la primera Feria Andaluza del Mar

El pueblo onubense de Isla Cristina es cita obligada del sector pesquero andaluz y español. Allí, Isaías Pérez Saldaña, consejero de Agricultura y Pesca inauguró ayer la primera Feria Andaluza del Mar (Famar), organizada por su Consejería, en colaboración con el Ayuntamiento de Isla Cristina.

El objetivo de la feria es fomentar, divulgar y potenciar todas las posibilidades económicas que ofrecen los productos del mar, no sólo en las actividades extractivas, sino también en las transformadoras, algo esencial en un sector tan castigado por crisis de todo tipo en los últimos años (económico, político y medioambiental).

La feria bullía de gente en su primera jornada. Los escaparates de esta nueva lonja mostraban todo tipo de productos destinados a la industria pesquera, desde acuarios para mariscos y moluscos, a las clásicas firmas conserveras y sus coloridos envases. Firmas venidas de toda España, pero con la presencia importante de Galicia. Manuel Cabirta, director general de Estructuras y Mercados de Pesca de la Xunta lo explicaba así: "Venimos a vendernos, es cierto. Pero también lo es que Andalucía y Galicia compartimos problemas y esperanzas. Hay que fomentar los contactos en el sector, y me consta que a nivel empresarial ya los está habiendo".

En total, sobre los 4.000 metros cuadrados se han instalado 115 expositores ocupados por 60 empresas representativas de la actividad pesquera, comercializadoras de productos en origen y en destino, industrias auxiliares, acuicultura, empresas de servicios, asociaciones empresariales y nuevas tecnologías.

Entre estas últimas se encontraba la empresa de Gerona Autec, dedicada a la ingeniería electrónica y a los sistemas informáticos. Una empresa que ha sido pionera en España en la introducción de la gestión global y automática del proceso de subastas de pescados y que lleva más de una década instalada en las lonjas andaluzas. Hasta Isla Cristina, Autec ha llevado su proyecto más innovador: Masfit. Se trata de un complejo sistema robotizado por el que, a través de Internet, un comprador remoto puede estar presente en varias lonjas a la vez y pujar en ellas por productos con calidades, precios y tamaños preestablecidos.

"Con este sistema eliminaríamos la figura intermediaria del comisionista, que encarece el producto sin añadirle ningún valor y, sobre todo, sin beneficiar a los pescadores", explica el gestor de la empresa, Francisco Puigdemont. Se trata de un sistema que cambiaría radicalmente la forma de comprar por los grandes mayoristas y para el que ya existe la tecnología adecuada.