Fuerzas iraquíes se harán con el control de una provincia

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, anunció ayer que las tropas de la fuerza multinacional desplegadas en la meridional provincia de Al Mutana se retirarán totalmente de ella el mes que viene. Al Mutana se convertirá así en la primera provincia bajo control de las fuerzas de seguridad iraquíes. Según Al Maliki, esta transferencia de control marca un hito que proseguirá por otras provincias.

En la actualidad, están desplegados en Al Mutana, cuya población es mayoritariamente chií, 400 soldados australianos y 250 británicos, además de los 600 militares japoneses acantonados en Samawa, la capital provincial.

El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, tiene previsto anunciar hoy el plan de retirada de las tropas niponas. Koizumi hará pública la medida durante una reunión con los partidos en el poder y las principales fuerzas políticas de la oposición.

"Cuando llegue el momento, decidiré cuál será el calendario apropiado para que las Fuerzas de Autodefensa regresen a casa de forma segura, tras contar con el respaldo de otros países y del Gobierno iraquí", afirmó ayer en una conferencia de prensa.

Los soldados japoneses en Irak colaboran en labores de reconstrucción y ayuda humanitaria, dado que no pueden realizar ninguna de carácter bélico porque así lo fija la Constitución pacifista impuesta por EE UU al país asiático tras el fin de la II Guerra Mundial.

Koizumi señaló que retirará al contingente nipón de Irak de forma escalonada, tras consultar con los aliados y coordinar con las autoridades del país árabe. Después Japón continuará ofreciendo apoyo de reconstrucción y humanitario a Irak mediante su programa de oficial de ayuda al desarrollo, explicaron funcionarios del Ministerio de Exteriores.

Japón envió efectivos a Irak a comienzos de 2004, en una misión que ha recibido escaso apoyo del pueblo nipón y ha sido considerada como un símbolo de los estrechos lazos que unen a Koizumi con el presidente de EE UU, George Bush.