Piqué culpa del "fracaso" al presidente y a Maragall

La clase política y las instituciones han sufrido un "importante retroceso", aseguró anoche el líder del PP de Cataluña, Josep Piqué, en su primera comparecencia tras conocerse los resultados. Piqué culpó del "fracaso" al presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, pero también al de la Generalitat, Pasqual Maragall, y al líder de CiU, Artur Mas, y destacó que éstos deberían dar explicaciones a la ciudadanía de por qué la "han metido en este inmenso lío".

"Sólo uno de cada tres ciudadanos ha dado su apoyo explícito a este proyecto y dos de cada tres se han desentendido", señaló Piqué en su primera evaluación de la consulta. El líder del PP de Cataluña añadió que el resultado de la votación ha puesto de manifiesto la crisis y debilidad de las instituciones, de una determinada clase política y también del nuevo Estatuto con respecto a la situación que se tenía antes, en la que el Estatuto de 1979 contaba con el apoyo mayoritario.

"Aun así respetaremos la voluntad democrática de Cataluña", añadió Piqué, sin llegar a revelar si el PP continuará adelante con su idea de presentar ante el Tribunal Constitucional un recurso contra el nuevo Estatuto. En plena campaña electoral, Piqué aseguró que un equipo de juristas estaban trabajando en este recurso.

El líder del PP catalán, a la vista de los resultados y del bajo índice de participación, recordó que meses atrás los representantes de CiU habían tratado de presentar ante el Senado un proyecto de ley en el que se estableciera un mínimo del 50% de participación para validar esta clase de consultas, iniciativa que fue desestimada. De acuerdo con esta acción parlamentaria, Piqué pidió que los líderes de CiU "actuaran en consecuencia", sin llegar a especificar cuáles debían ser las medidas que adoptar.

"No es manera de hacer política en Cataluña. El prestigio de las instituciones y la clase política ha caído. Es el fracaso político de los impulsores. Pero a pesar de ello, tengo que decir a los ciudadanos que tendrán la completa garantía de que continuaremos luchando por lo que les interesa: los problemas de la vida cotidiana, en el nuevo marco jurídico, aunque este marco es el resultado del disenso y del enfrentamiento", añadió.

Piqué, con estas evaluaciones, trató de esconder el propio fracaso de su organización, que había venido propagando que en Cataluña podría ganar un no que permitiera iniciar una nueva etapa y apear del Gobierno autónomo y del central a las fuerzas socialistas, según se aseguraba ayer en círculos del partido. El prestigio de Piqué se ve asimismo lastrado por el discurso que los barones del PP han venido haciendo en la campaña electoral, colocando al líder catalán en una situación de marginación y dejándole, a menudo, sin voz.