ERC "acepta y acata" el resultado y declina especular sobre el valor del 'no'

Los independentistas catalanes no quisieron especular sobre si el porcentaje de noes o votos en blanco emitidos en el referéndum de ayer permitían lecturas positivas para su partido. "El no que defendíamos no ha ganado", manifestó el líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, poco antes de las diez de la noche, cuando estaba escrutado más de 90% de los votos. Para despejar cualquier duda, afirmó: "Esquerra acepta, acata y respeta" la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas.

La primera tentación de los republicanos había sido considerar que el nuevo Estatuto de Autonomía no ha recibido un apoyo suficiente, aunque sin poner en duda su legitimidad. Los portavoces de ERC que valoraron los datos de los sondeos a pie de urna destacaron que el sí representaba sólo un tercio del censo electoral.

Pero cuando Carod compareció ante los periodistas junto con el secretario general del partido, Joan Puigcercós, y una docena de dirigentes, desvaneció toda posible reticencia sobre el valor del resultado y su aceptación por ERC. "Somos demócratas: aceptamos y acatamos el veredicto del pueblo catalán", sentenció.

El dirigente republicano atribuyó el resultado a la polarización de la campaña entre PSOE y PP, más en clave general española que estrictamente catalana. Eso puso enormes dificultades para que el mensaje de ERC pudiera llegar a la ciudadanía, dijo Carod. Reconoció, además, que la abstención se ha producido entre electores de todos los partidos. También entre los de Esquerra, que no han querido atender los llamamientos a una participación masiva que les permitiera dar una lectura positiva al no.

Carod lanzó, en consecuencia, un guiño a los suyos, los electores que espera recuperar en las elecciones autonómicas del otoño. "Comprendemos las razones de quienes han votado desde un punto de vista de catalanismo crítico", dijo. Es decir, a los que han votado sí para evitar que el no que quizá preferían se confundiera con el propugnado por el PP.

La aprobación no significa, a juicio de ERC, que "se ponga final a las aspiraciones nacionales de Cataluña". Carod destacó que la larga batalla política de la reforma estatutaria ha sido la primera ocasión en la que el catalanismo político no ha apoyado unánimemente una ley de esta trascendencia.

Uno de los riesgos que más temían los republicanos era que el tanto por ciento de noes quedara por debajo del 16,4% que ERC obtuvo en las últimas elecciones autonómicas. Este riesgo quedó conjurado en los sondeos al pie de urna y en los resultados definitivos, en los que el voto negativo no alcanzó la suma del porcentaje obtenido en las últimas elecciones autonómicas por ERC y PP. El 20,76% de noes está a casi ocho puntos de distancia del 28,2% que sumaron el 16,4% de ERC y el 11,8% del PP.