_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¡Que no se convierta en el peor viaje!

Nos lo recomendaba hace algunos años Stevie Wonder cantando desde el asiento trasero de un descapotable. El estribillo, por tatareado y por haberse revelado imperecedero, ya nos pertenece a todos: a quienes tenemos alguna responsabilidad en materia de seguridad viaria y, sobre todo, al conjunto de la ciudadanía, conduzca o no. Cuatro palabras -si bebes, no conduzcas- que no han perdido un ápice de su vigencia.

El paso del tiempo -la campaña se lanzó en 1986- y una mayor concienciación social han ido nutriendo y haciendo cada vez más rolliza la estrofa. Al no beber, si tenemos que conducir, se le ha de añadir el no drogarse; el no introducirse en el cuerpo sustancias que nos sitúen en un mundo irreal y nos hagan perder la sensación de peligro, o lo que es lo mismo: el reflejo de protección. Sin este reflejo los humanos estamos perdidos.

Somos muchos los que todavía recordamos aquel breve e imperativo Vive; el esperanzador Tú sí puedes evitarlos, o el lacónico Las imprudencias se pagan. Las campañas de comunicación, la publicidad, son, en este sentido, un fiel y eficaz aliado en la lucha contra la accidentalidad; contra el consumo de alcohol; a favor del respeto de las normas de circulación... La atención de la nueva campaña de comunicación del Servicio Catalán de Tráfico, SCT, ha focalizado su atención sobre un binomio que se ha revelado funesto: el consumo de alcohol y drogas. El lema es breve y adjetivado con severidad. Alcohol y drogas, el peor viaje. El objetivo es seguir reduciendo el número de víctimas en las carreteras de nuestro país. Por ello, para que la tendencia a la baja registrada desde el año 2003 se consolide y pronuncie su pendiente, el Departamento de Interior quiere ahora concienciar a la ciudadanía de los riesgos que aarrea conducir bajo los efectos de ambas sustancias, por separado y juntas. ¿Es necesario volver a recordar aquello que nos cantaba Stevie Wonder hace 20 años? La respuesta nos la dan, con objetiva contundencia, las cifras. De las 373.651 pruebas de alcoholemia realizadas en 2005 en Cataluña, 22.449 dieron positivo. En lo que llevamos de año, hasta el pasado 31 de mayo, los Mossos d'Esquadra han realizado 128.623 controles; 8.629 de los conductores han dado positivo. Ante estas cifras, la responsabilidad de los poderes públicos es seguir trabajando hasta llegar al 0 y garantizar a la ciudadanía una lucha sin cuartel contra la indisciplina viaria. Dar positivo en un control de alcohol y drogas significa sacar al conductor de la carretera, protegerle a él de él mismo. Protegernos a todos de los que no están en condiciones de controlar su vehículo.

El Plan de Seguridad Viaria 2005-2007 del SCT constata que el alcohol y las drogas tienen una incidencia funesta en la conducción. De hecho, son los responsables de un tercio de los accidentes con víctimas en Cataluña. La nueva campaña, que se difundirá entre el 22 de junio y el 31 de agosto, apuesta por un tono muy intimista y emocional porque en la intimidad y en los sentimientos se descubre que todo es irreversible y que no existe una segunda oportunidad. El mensaje insiste en lo que es una evidencia: el alcohol, las drogas y el asfalto están condenados a no entenderse. Y el Gobierno no ahorrará esfuerzos ni recursos en acercar a todos los ciudadanos los peligros de este desencuentro, la evidencia de esta incompatibilidad. El del coche no debe convertirse en el peor viaje. Porque no hay segunda oportunidad ante la muerte.

Montserrat Tura es consejera de Interior de la Generalitat.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_