Asesinados a tiros cinco jóvenes en el centro de Nueva Orleans

"Alguien los quería muertos", fue el comentario hecho por el jefe de la policía de Nueva Orleans tras conocerse que cinco adolescentes habían muerto asesinados a tiros a primera hora de la mañana de ayer en una calle de la ciudad. Se trata del crimen más violento sufrido por una ciudad todavía bajo el impacto brutal dejado por el huracán Katrina el agosto pasado. Las víctimas, que contaban entre 16 y 19 años, supuestamente fueron atacadas cuando se encontraban en el interior de un coche que había chocado contra un poste de la luz a las afueras del Distrito Financiero. Tres fueron abatidas dentro del vehículo. Una cuarta yacía cadáver en la acera. Y una quinta llegó con vida al hospital para morir allí. Los adolescentes que murieron en el lugar del crimen tenían uno 16 años, otro 17 y dos 19. El quinto contaba 19 y supuestamente era hermano de la víctima más joven.

El capitán de la policía, John Bryson, manifestó que la pista que seguían era que fueran asesinatos relacionados con drogas o algún otro tipo de ajuste de cuentas. "Pero la motivación estaba bastante clara: los querían muertos". Bryson declaró a Associated Press que no recordaba la última vez que había habido cinco asesinatos de una vez en Nueva Orleans. "Ni antes ni después de Katrina, soy incapaz de recordar cinco". Hoy domingo se celebra el día del padre en EE UU, fiesta con mucho seguimiento y aceptación popular. "No quiero ni imaginar cómo se van a sentir los padres cuando conozcan la noticia, justo el día antes del día del padre. Es muy duro", atinó a decir el jefe de la policía.

Nueva Orleans tenía una pésima fama por su alta delincuencia antes de la devastación del huracán Katrina. Su índice de asesinatos llegó a ser uno de los más altos de EE UU. Ese dato cambió tras el huracán del verano pasado, cuando el agua obligó a evacuar casi por completo la ciudad de Luisiana. Sólo este año, la cuna del jazz suma ya 52 asesinatos. Aunque es menos de la mitad de los más de 100 que se cometieron en el primer semestre de 2005.

A finales del año pasado, Nueva Orleans era todavía una ciudad fantasma. Sin electricidad ni agua, su población la componía los trabajadores de la reconstrucción, funcionarios, periodistas y la poca gente que resistió a Katrina. Sólo el Barrio Francés tenía señales vitales. Ya ha regresado la mitad de su población, estimada en medio millón de personas, negras en un 70%, antes de Katrina. Son muchos los que se quejan de que con la vuelta a la "normalidad" ha regresado también el crimen.