El Ararteko ve necesario regenerar el "tejido moral" dañado por la violencia
Lamarca pide corregir las "graves disfunciones" del sistema carcelario
El ararteko, Iñigo Lamarca, apostó ayer por hacer un gran esfuerzo para "regenerar el tejido moral de la sociedad vasca", dañado después de tantos años de violencia terrorista. Para Lamarca, en esa batalla por defender todos los derechos humanos hay que ser especialmente beligerante con los de los presos, por lo que pidió la transferencia de las prisiones a Euskadi para corregir las "graves disfunciones" del sistema penitenciario.
El ararteko, que compareció ayer ante el pleno del Parlamento vasco para presentar la memoria de sus actuaciones en 2005, abrió su intervención con el deseo de que el alto el fuego permanente decretado por ETA sea "la antesala de una pronta desaparición total y definitiva" de la banda terrorista.
Tras felicitarse por el hecho de que 2005 volviera a cerrarse sin atentados mortales de la banda, Lamarca recordó que hasta la declaración de la tregua muchas personas vivieron bajo la amenaza directa del terrorismo y sufrieron junto con sus familias y amigos. Se trató, según dijo, de "una tortura psicológica insoportable y una limitación terrible de su libertad". "Además, muchos ciudadanos han sido sometidos a la extorsión", subrayó.
En su opinión, es hora de trabajar a fondo en valores como la paz y el respeto mutuo. Y sobre todo, de regenerar el tejido moral de la sociedad vasca "que está profundamente dañada por los efectos directos y colaterales de la violencia, así como por la grave conculcación de derechos humanos producida en hechos de diversa naturaleza"
Problemas agravados
Ante el pleno del Parlamento vasco anunció que va a continuar trabajando en la defensa de estos valores con independencia de la evolución de la situación. Su objetivo es que las instituciones públicas y el conjunto de la sociedad vasca empaticen con las víctimas de la violencia, demuestren su solidaridad hacia dicho colectivo y se hagan efectivas las medidas que permitan ofrecer a las víctimas una respuesta basada en la justicia y la dignidad.
El ararteko defendido también la necesidad de que la Administración central transfiera al Ejecutivo de Vitoria las competencias en materia penitenciaria, como vía para "facilitar la modernización de las instalaciones y, sobre todo, la mayor coordinación e incluso la integración de los distintos servicios penitenciarios (sanidad, educación, asistencia social, etcétera) en la red comunitaria".
Para Lamarca, los centros penitenciarios ubicados en Euskadi sufren las consecuencias de la sobrepoblación. Los problemas apreciados hace diez años durante la elaboración de un informe monográfico persisten o son incluso más graves que entonces.
También pidió más atención a las instituciones para resolver los problemas que sufren colectivos especialmente desprotegidos, como el de las mujeres, los menores en situación de exclusión, los inmigrantes, los discapacitados, los homosexuales y transexuales, los presos, los enfermos crónicos y las personas en situación de exclusión extrema.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.