Vacaciones, sexo y champán a cuenta de Katrina
El fraude al Gobierno de EE UU tras el huracán asciende a 1.100 millones
Vídeos porno, champán, una operación de cambio de sexo, viajes al Caribe y hasta el pago de un abogado matrimonialista. La lista bien podría referirse a los gastos de personajes famosos. Sin embargo, se trata de las compras que hicieron damnificados por los huracanes Rita y Katrina el año pasado con las ayudas que recibieron del Gobierno de Estados Unidos.
El fraude asciende a 1.400 millones de dólares (1.109 millones de euros) de acuerdo con la investigación llevada a cabo por inspectores de la Oficina de Contabilidad de la Casa Blanca (GAO, en sus siglas en inglés) entre 247 beneficiados, según informaciones publicadas por el diario Los Angeles Times.
Durante la audiencia que tuvo lugar ayer en un subcomité de la Cámara de Representantes, los inspectores del GAO revelaron datos escalofriantes, con un nivel de fraude del 16% del total de fondos entregados.
Un preso consiguió 15.800 euros utilizando la dirección de una oficina de correos
Los responsables del Organismo Federal para el Manejo de las Emergencias (FEMA) trataron de defenderse de las acusaciones, alegando la necesidad de responder a la urgente necesidad de comida, alimentos y vivienda tras los desastres. "En todo momento pusimos primero a las víctimas, pero tuvimos en cuenta nuestra responsabilidad ante los contribuyentes y pusimos especial cuidado en que los fondos fueran distribuidos apropiadamente", dijo en su intervención el portavoz del FEMA, Aaron Walter.
Sin embargo, las evidencias de la malversación saltaban por todas partes. Entre los hallazgos, los inspectores del GAO mostraron un cheque de 2.358 dólares para alquiler del Departamento del Tesoro entregado a un agente secreto de la Oficina de Contabilidad, que utilizó una dirección falsa con el fin de probar la facilidad de acceder a estos fondos de manera fraudulenta.
El Organismo Federal para el Manejo de las Emergencias gestionó dos tipos de subvenciones, unas destinadas a los que perdieron sus viviendas y otras, más inmediatas, para acceder a comida, refugio y ropas.
La estafa tomó diferentes formas, según los requisitos solicitados. Miles de ciudadanos utilizaron direcciones falsas y números de seguridad social de fallecidos para obtener cheques de ayuda del FEMA, y una gran parte del fraude se gestó dentro de las cárceles. Un preso consiguió 20.000 dólares utilizando la dirección de una oficina de correos.
En Tejas, un hombre rellenó 19 formularios y después empleó el dinero para una operación de cambio de sexo. Y en el mismo Estado un beneficiario empleó los fondos en un anillo de diamantes por el que pagó 3.700 dólares.
Las ayudas cubrieron también otros gastos, como las vacaciones de una semana en la República Dominicana por 2.200 dólares, o cinco entradas para el equipo de fútbol americano de Nueva Orleans. Otras partidas interceptadas sirvieron para comprar champán en un club de alterne y para contratar un abogado matrimonial.
Se trata de un nuevo capítulo en la polémica del Organismo Federal para el Manejo de las Emergencias, que fue duramente criticado por su lenta gestión tras el desastre de Katrina, y que afronta una larga serie de críticas, incluida la de una comisión del Senado de Estados Unidos que abogó por su disolución.
Hasta febrero pasado, el citado organismo efectuó 2,6 millones de pagos, por un valor total superior a los 6.000 millones de dólares (4.700 millones de euros).
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