Los empresarios de Guipúzcoa sólo aceptarán el alto el fuego sin extorsión
El presidente de la patronal guipuzcoana Adegi, José Martín Echeverría, manifestó ayer en San Sebastián que los empresarios y el conjunto de la sociedad "no aceptarán, en ningún caso, un alto el fuego permanente que no sea universal, sin extorsión y sin vuelta atrás". "La paz necesita determinación, dar pasos e invertir con riesgos e incertidumbres", declaró en su última intervención como máximo representante de los empresarios de Guipúzcoa, cargo que ha ocupado durante los cinco últimos años. La asamblea general de Adegi eligió para sustituirle al empresario de Eibar (Guipúzcoa) Eduardo Zubiaurre.
Tras recordar que los empresarios de esta provincia "han padecido el azote de la violencia en sus más diversas manifestaciones" y ensalzar la figura de su antecesor José María Korta, asesinado por ETA, Echeverría afirmó que los empresarios "han padecido el azote de la violencia en sus más diversas manifestaciones", y reconoció que desean que la violencia desaparezca definitivamente.
En este sentido, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, presente en el mismo acto, dijo estar "absolutamente convencido" de que pese al "ruido político, jurídico y mediático" se logrará la paz, así como un "acuerdo político para definir el futuro de Euskadi".
Echeverría no hizo ninguna referencia a la existencia de nuevas cartas de extorsión de la banda terrorista a empresarios. Su homólogo de la patronal de Navarra, José Manuel Ayesa, aseguró el pasado miércoles que empresarios de esta comunidad han recibido nuevas cartas de extorsión de ETA durante mayo.
La patronal vasca Confebask salió ayer al paso de las declaraciones del presidente de los empresarios navarros. Según esa organización, los empresarios vascos se hallan "tranquilos" y no hay constancia de que hayan recibido recientemente cartas de ETA exigiéndoles el denominado impuesto revolucionario. Fuentes de Confebask indicaron a la agencia Efe que los empresarios "comparten el criterio de verificación" del alto el fuego permanente de la banda armada que está llevando a cabo el Gobierno central.
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